El Fondo de Tierras (Fontierras) consumió su presupuesto del año pasado principalmente en sueldos, salarios y prestaciones laborales, de acuerdo con un reporte del Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental (SICOIN).
Aparte del gasto desmedido de combustible, Fontierras también ha gastado millones en sueldos y salarios. Arte: Roberto Altán / La Hora
La entidad es dirigida actualmente por Byron Arnulfo Bin Quej, de quien se supo esta semana, se gastó más de Q97 mil en vales de combustible en el vehículo que tiene asignado, en 13 meses, un aproximado de tres mil 140 galones, lo que le hubiera alcanzado para recorrer aproximadamente 157 mil kilómetros.
El funcionario fue juramentado el 25 de mayo de 2021, durante el gobierno de Alejandro Giammattei, y según las respuestas que dio a una auditoría que le practicaron a sus consumos de combustible, dice que no tiene la obligación de llenar las bitácoras de consumo de vales con la información completa, como lo hace el resto de trabajadores de la institución.
De acuerdo con el SICOIN, el gasto de combustibles aumentó casi 200 por ciento en cinco años y pasó de Q446.3 millones, en 2019, a Q1 millón 334 mil, en 2023.
GASTOS DEL AÑO PASADO
Según esta plataforma informática gubernamental que registra todos los movimientos contables del Estado, en 2023, aparte del combustible, la institución gastó Q2.5 millones en viáticos dentro del país, de los cuales Q308 mil 867 se cargaron al programa “actividades centrales” que registra los gastos de la gerencia general.
La institución, además, se gastó Q66.7 millones en sueldos, prestaciones laborales, dietas y servicios técnicos y profesionales, lo que representa el 45% del total de lo ejecutado el año pasado.
Entre otros, también registra el gasto de Q22.9 millones en “transferencias al sector privado”, de las cuales Q5 millones fueron para personas y familias, Q17.3 millones para instituciones sin fines de lucro y Q544 mil a empresas privadas.
Según el Manual de Clasificaciones Presupuestarias del Ministerio de Finanzas, en estos renglones se incluyen todos los egresos en concepto de aportes a personas o entidades privadas para gastos de capital que sirven para ejecutar “proyectos de beneficio social o que aumenten su patrimonio”.
Justo esa es la misión principal de Fontierras, según su sitio en internet: “facilitar a familias campesinas sin tierra o con tierra insuficiente”, y en situación de pobreza, el acceso a esta a través de créditos para la compra, arrendamiento o regularización de áreas que son propiedad del Estado.
La institución fue creada a raíz de la firma de los Acuerdos de Paz, en 1996. Empezó a funcionar en 1999 y se fundamenta en cuatro ejes: acceso a la tierra para el desarrollo integral sostenible, regularización de procesos de adjudicación de tierras del Estado, desarrollo de las comunidades agrarias y el fortalecimiento institucional para responder a las aspiraciones sociales y mandatos legales.
LO PROTEGEN
Según información que pudo conocer La Hora, de parte de fuentes cercanas a la institución, el ministro de Agricultura Ganadería y Alimentación, Maynor Estrada, pidió al Consejo Directivo de Fontierras la destitución de Bin Quej, sin embargo, cuatro de siete integrantes lo protegieron.
La petición de Estrada se habría basado en los resultados de una auditoría interna que le practicaron a los vales de combustible y que dio como resultado que las hojas de rutas (bitácoras) que se utilizaron para los viajes del gerente general y de otros 17 vehículos a cargo de su dependencia no tenían la información completa.
Entre otras deficiencias, no reportaban el kilometraje de inicio ni de final de los vehículos, el total de kilómetros recorridos y los lugares de destino a donde se efectuaron los viajes, supuestamente de trabajo.
Pero cuatro miembros del Consejo consideraron que la falta no ameritaba su destitución. Puntualmente, quienes votaron porque permaneciera en el cargo fueron los representantes del Consejo Nacional de Desarrollo Agropecuario (Conadea) y el del sector cooperativo.
También votaron en favor de Bin Quej, el representante de las organizaciones campesinas, Daniel Pascual, y de las organizaciones indígenas, Amílcar Calel Cahuec, ambos que recién fueron nombrados en la presente administración el pasado 13 de agosto.
Hasta el momento el gerente de Fontierras no se ha pronunciado. Su equipo de comunicaciones quedó en que buscaría dar una declaración a La Hora.
El monto consumido en 13 meses en vales para combustible podría alcanzar para recorrer 157 mil kilómetros, el equivalente a viajar 167 a Petén, 57 a ciudad de México y 15 a Nueva York, Estados Unidos, de ida y vuelta.
Fuente: lahora.gt
