El Banco de Guatemala (Banguat) presentó las perspectivas económicas para el 2025, entre ellas, la proyección de ingreso al país de divisas en remesas familiares, y la entidad brindó su análisis de lo que podría suceder bajo la administración de Donald Trump que inicia el 20 de enero.
Ante posibles deportaciones masivas y endurecimiento de políticas anti inmigrantes que podría poner en marcha Trump, surge la duda de cómo podría ser afectado el envío de remesas de los connacionales a Guatemala.
Los guatemaltecos en el extranjero lograron superar su propio récord en remesas y de acuerdo con los datos presentados por el Banguat, al 31 de diciembre de 2024, las remesas alcanzaron los US$21,510 millones, lo que representa un crecimiento del 8.6% en comparación con el mismo período del año anterior.
En conferencia de prensa, el presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, detalló que el 2025 podría cerrar con US$22,801 millones, equivalentes al 18.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Al ser consultado por los periodistas sobre el efecto Trump en las remesas, González Ricci explicó que estas podrían incrementar, considerando el comportamiento que se observó en la primera administración Donald Trump. Sin embargo, se estará en observación de las políticas que el próximo presidente de EE.UU. pueda implementar.
“Lo que se ha observado es que cuando se ven algunas amenazas de deportaciones, lo que hacen es que mandan más remesas y no menos remesas como lo vimos en el año 2021, cuando tuvimos casi el 35% de crecimiento y lo mismo pasó el siguiente año con 17 a 18%”, detalló el titular del Banguat.
Agregó que “para el próximo año no se visualiza que este rubro (remesas) tenga un impacto negativo, inclusive pudiera ser más, pero habrá que ver de qué manera Trump va a materializar todo lo que está diciendo”.
Johny Gramajo, Gerente Económico del Banguat, recalcó que se espera que el crecimiento sea acorde al crecimiento histórico, es decir, un valor central entre el 6 y 7%.
Si este valor central se materializa serían los US$22,801 millones mencionados. Indicó que podría observarse “una tasa de crecimiento menor, pero un flujo en divisas super importantes. Los riesgos ahí al corto plazo no son a la baja, como lo indicó el presidente (González Ricci) son al alza”, resaltó.
Gramajo recordó que en la primera administración de Trump se anunciaron medidas migratorias ascendentes que realmente no se materializaron y el efecto en ese entonces fue que las remesas, en lugar de disminuir, aumentaron.
Por ello, es que las autoridades de la Banca Central consideran que en la segunda presidencia de Trump, el panorama podría ser similar.
DEMANDA DE MANO DE OBRA
El Gerente Económico destacó el panorama laboral en EE.UU. “En un mercado laboral estrecho, que quiere decir que hay más plazas disponibles que plazas demandadas, con una tasa de desempleo, lejos de subir, disminuyó. La última publicación, la de diciembre, la tasa de desempleo cayó de 4.3 a 4.1 %”.
Explicó que “eso quiere decir que en un escenario donde existen deportaciones masivas donde se siguen necesitando trabajos de migrantes para cubrir una demanda de empleo que no está siendo satisfecha por la oferta, no es realista. En ese sentido, Gramajo refirió que el sector privado estadounidense se ha manifestado en contra de que haya deportaciones masivas”.
Lo que el Banguat observa es que haya un impulso en las remesas familiares, que esas divisas se irán en un 60% al consumo. Considerando que el consumo es el mayor determinante en el PIB de Guatemala (casi el 87% se genera por consumo), con las remesas familiares habría más consumo que pesa más en el PIB, se podría esperar más crecimiento económico para el país, a corto plazo.
En un mediano plazo, aun en escenario de riesgo, habría una reducción en las remesas familiares, pero no sería una caída.
CRECIMIENTO DE LAS ECONOMÍAS
Gramajo, indicó que el cambio de administración en EE.UU. genera incertidumbre a nivel internacional, pero también dentro de Estados Unidos. El sector corporativo de esa nación espera un efecto positivo es el recorte de impuestos que se ha anunciado y, por otro lado, el proceso de desregulación que Trump anunció.
Desde el punto de vista económico, Gramajo ofreció su análisis sobre lo que podría esperarse a corto y mediano plazo. En este último, se refirió a los datos más recientes que ofrece el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese sentido, se compartió una gráfica con la expectativa de crecimiento económico para Estados Unidos, en la cual se ve un descenso con relación a los años anteriores.
En 2023 el crecimiento fue del 2.9% respecto al PIB, en 2024 fue de 2.8% y para 2025 se espera un crecimiento de 2.2%. No obstante, Gramajo aclaró que el FMI está por actualizar sus proyecciones y la revisión es que podría registrarse un alza en el crecimiento económico de EE.UU.
“El desempeño económico en Estados Unidos ya lleva desde 2021 sumados cuatro años por arriba del crecimiento potencial”, destacó el funcionario.
En tanto, en el corto plazo puede haber mayor estímulo fiscal que vendría de ese recorte de impuestos que aplicaría más crecimiento económico. Sin embargo, la política monetaria generaría incertidumbre si la Reserva Federal de EE.UU. (FED) seguiría el proceso de reducción de sus tasas de interés si las presiones inflacionarias en Estados Unidos vuelven a ser importantes.
“El escenario base, es de mayor crecimiento económico, en el corto plazo, me refiero a 2025 y a 2026. Si esto se materializa, ¿qué efectos tiene para Guatemala?, los efectos son una mayor demanda de productos que exportamos a EE.UU.”, puntualizó.
Es decir, que “si la economía de Estados Unidos crece, la economía de Guatemala crecerá más también”, remarcó Gramajo.
Fuente: lahora.gt