Expertos forenses recrearon el rostro del conocido como ‘hombre viejo’, un neandertal que vivió aproximadamente entre hace 47.000 y 56.000 años.
Los restos óseos fueron encontrados enterrados en una cueva de Chapelle-aux-Saints, un municipio situado en el centro-sur de Francia, por un grupo de sacerdotes católicos en 1908. El apodo de ‘viejo’ le fue dado debido a que a su calavera le faltaban casi todos los dientes. Descubriendo a ‘Hombre Viejo’ Este sorprendente hallazgo arqueológico nos lleva atrás en el tiempo, a una época en la que el ‘Hombre Viejo’ caminaba la Tierra. Sus restos, descubiertos en una cueva en Francia, ofrecen una visión fascinante de nuestros antiguos parientes, los neandertales. Un Vistazo a los Neandertales Los neandertales, una especie extinta cercanamente relacionada con los Homo Sapiens, presentaban características distintivas que los diferenciaban. Estos incluían una cresta de cejas abultada, una base craneal plana y órbitas oculares más grandes en comparación con los humanos modernos. Estos rasgos únicos han permitido a los expertos reconstruir la apariencia de este antiguo individuo. El Arte de la Reconstrucción Para recrear la cara del ‘Hombre Viejo’, los expertos utilizaron tecnología avanzada. Escaneos de tomografías computarizadas de su cráneo proporcionaron una base sólida. Luego, se importaron medidas de un cráneo humano de una base de donantes para dar forma al rostro. Pero no se detuvieron ahí. Más Allá de la Objetividad Se generaron dos imágenes distintas. La primera, una representación más objetiva en tono sepia, mostraba el busto del ‘Hombre Viejo’ sin cabello. La segunda imagen era más especulativa y colorida, presentando una versión con barba y pelo. Esta dualidad permite apreciar cómo los neandertales compartían similitudes con los humanos modernos, pero al mismo tiempo tenían rasgos distintivos, como la ausencia de barbilla. Una Glimps de la Vida Antigua Esta imagen del ‘Hombre Viejo’ nos lleva a un viaje en el tiempo, permitiéndonos imaginar cómo era la vida de este individuo hace miles de años. Aunque nuestra comprensión de la prehistoria es limitada, estas recreaciones nos ayudan a conectarnos con nuestros antepasados de una manera única. El Pasado se Vuelve Presente Esta no es la primera vez que los científicos han utilizado la tecnología para recrear la apariencia de antiguos seres humanos. Previamente, otro grupo de investigadores logró reconstruir el rostro de una mujer que vivió hace 45.000 años. Se la considera el ser humano anatómicamente moderno “más antiguo” jamás secuenciado genéticamente. Estos avances tecnológicos están arrojando luz sobre nuestro pasado y permitiendo una conexión más profunda con nuestros antiguos antepasados. Conclusión El descubrimiento y la reconstrucción del ‘Hombre Viejo’ nos brindan una ventana al pasado, una oportunidad para explorar y comprender mejor a nuestros antiguos parientes, los neandertales. La tecnología moderna nos permite desentrañar los misterios de la historia humana y conectar con nuestro pasado de una manera nunca antes vista. Fuente: RT