La agencia de injerencia financiera del Estado norteamericana se fue de Guatemala sin despedirse y ni dejarse despedir. Cerró todo y se marchó del país, después de 64 años de intervención político financiero en el Estado y en la sociedad civil.
Al grado que, luego de la retirada de las agencias de cooperación internacional europeas, después de la crisis del 2008, la USAID se constituyó en una agencia financiera omnipresente y omnipotente en el país centroamericano. Ante la retirada rauda y total, deja en el país del intervencionismo norteamericano cerca de 16 programas de “desarrollo” para los intereses norteamericanos abandonados, centenares de consultores, activistas y ejecutivos de ONG en la incertidumbre laboral… Se fue algo así como se van o huyen los malhechores, silentes, sin rendir cuenta a nadie, ni decir adiós. Eso sí, fueron cerca de 70 de trabajo eficiente para adormecer hasta las conciencias más revolucionarias e más indigenistas del país. Esta agencia de intervención norteamericana, tuvo la osadía incluso de prohijar gobiernos e instituciones públicas de Guatemala y del resto de los país dóciles a sus intereses. Eso sí, fue expulsada en décadas pasadas de países como Bolivia, Venezuela y Ecuador.
