En un giro audaz, el senador Bernie Sanders ha levantado la voz en el Congreso de los Estados Unidos, instando a bloquear la ayuda militar adicional destinada al Gobierno de Israel. Este llamado se produce en medio de los esfuerzos del Congreso para aprobar un proyecto de ley de financiación suplementaria, que contempla una asombrosa cifra de 10.100 millones de dólares en ayuda militar “incondicional” para respaldar la continuación de la guerra liderada por Benjamin Netanyahu en la Franja de Gaza.
Un Grito de Solidaridad
“Ya basta”, declara Sanders en un comunicado contundente. El senador por Vermont hace un llamado urgente, argumentando que el Congreso debe rechazar esta financiación. En sus palabras, los contribuyentes estadounidenses no deben ser cómplices de la destrucción de vidas inocentes en Gaza. Desde el 7 de octubre, más de 22.000 palestinos han perdido la vida y 57.000 personas han resultado heridas en la ofensiva israelí.
Un Enfoque Crítico
Sanders destaca la necesidad de reconsiderar la relación entre Estados Unidos e Israel, señalando que la cuestión de Israel y la Franja de Gaza “no es complicada”. Enfatiza que, si bien el ataque terrorista de Hamás inició el conflicto, la respuesta militar de Israel ha sido desproporcionada, inmoral y viola el derecho internacional.
El Peso de la Responsabilidad
El senador subraya un hecho crucial: la guerra de Israel contra los palestinos ha empleado en gran medida armamento estadounidense, como bombas y proyectiles de artillería, cuyos resultados han sido catastróficos. Sanders insta a una pausa en el financiamiento estadounidense a esta guerra que él describe como “ilegal, amoral, brutal y extremadamente desproporcionada”.
Un Llamado a la Acción
Sanders destaca la necesidad de detener la llamada “migración voluntaria” de gazatíes a través de negociaciones entre Israel y Congo. Su mensaje es claro: Estados Unidos no debe respaldar económicamente una guerra que, según él, va en contra de los principios morales y legales fundamentales.
En conclusión, Bernie Sanders ha desafiado el statu quo, llamando a una pausa en el financiamiento militar a Israel. Su argumento se basa en la desproporción y la inmoralidad de la respuesta militar israelí en la Franja de Gaza. Este llamado a la acción busca poner fin a la complicidad estadounidense en lo que él describe como una guerra ilegal.
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