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El miércoles pasado, la agencia espacial Roscosmos dio a conocer una imagen satelital fascinante que captura un hito histórico: el iceberg más grande del mundo, conocido como A-23A, finalmente se desplaza después de estar varado durante más de tres décadas en las gélidas aguas del océano Antártico. En esta exclusiva instantánea tomada por el satélite hidrometeorológico ruso Meteor-M, presenciamos el majestuoso iceberg emergiendo del mar de Weddell y aventurándose hacia el vasto Atlántico.

Un Gigante que Despierta

Con una superficie impresionante de casi 4.000 kilómetros cuadrados, este coloso de hielo una vez formó parte de la imponente barrera de hielo Filchner-Ronne. En el año 1986, se desprendió de los glaciares antárticos y quedó atrapado en una danza eterna con el fondo del mar de Weddell. Este periodo de inmovilidad creó una intrincada historia geológica, que ha mantenido en vilo a la comunidad científica durante años.

La Danza del Deshielo: Movimiento a 150 Kilómetros por Mes

Los expertos de la agencia espacial rusa estiman que el iceberg A-23A se desplaza a la deriva a una velocidad sorprendente de 150 kilómetros por mes. Este desplazamiento marca un cambio monumental en la dinámica de este gigante de hielo, que durante tanto tiempo se mantuvo estático. Sin embargo, las incógnitas persisten: ¿Se disolverá en el océano en un futuro cercano, o continuará su travesía en aguas internacionales durante años?

El Legado Geológico: Varado por Más de Tres Décadas

La odisea del A-23A comenzó en 1986 cuando se separó de la barrera de hielo Filchner-Ronne. Quedó varado en las gélidas aguas del océano Antártico, principalmente debido a que su base se enredó en el lecho marino del mar de Weddell. Durante más de tres décadas, este titán de hielo desafiante desafió las expectativas y resistió los embates del tiempo.

El Pronóstico: ¿Qué nos depara el Futuro del A-23A?

Según las estimaciones del glaciólogo británico Oliver Marsh, el A-23A tiene una “potencialidad de sobrevivir largo tiempo” en el océano. Aunque rodeado de aguas más cálidas, este gigante de hielo podría desplazarse sorprendentemente hacia Sudáfrica, planteando la posibilidad de perturbar la navegación en cierto momento. Marsh admite que es raro presenciar el movimiento de un iceberg de estas dimensiones, dada su impresionante masa de casi un billón de toneladas.

Un Capítulo en la Historia de la Tierra

En conclusión, el deshielo y desplazamiento del iceberg A-23A marca un hito geológico digno de atención. Este gigante de hielo, que ha desafiado las leyes de la inmovilidad durante décadas, ahora se embarca en una travesía que podría alterar las rutas marítimas y desencadenar eventos impactantes en los próximos años.

Fuente: RT

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