Sonia Viñerta es la secretaria general USTTISDEMU; manifestó que su despido fue obligado bajo el pretexto de una supresión de su plaza por falta de la capacidad financiera de esa institución.
La secretaria general de la Unión Sindical de Trabajadoras y Trabajadores del Instituto de Desarrollo de la Mujer (USTTISDEMU), Sonia Viñerta, fue despedida el 23 de diciembre recién pasado, después de laborar 26 años en el Insituto de Desarrollo de la Mujer (Isdemu) y participar en las últimas marchas organizadas por los sectores sociales.
La líder sindical, que últimamente se desempeñaba como técnica de la Unidad de Formación Especializada, conversó sobre el impacto de los despidos en los derechos de las personas que fueron cesadas y en el trabajo de esa institución, que fue creada en 1996 con el objetivo formular, dirigir, ejecutar y vigilar el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer.
Por otra parte, esa institución es la encargada de propiciar el efectivo cumplimiento de los convenios y compromisos internacionales ratificados por el Estado salvadoreño y los compromisos relativos a la erradicación de la violencia y el mejoramiento de la condición de las mujeres, que representan el 52.8 % de la población en el país.
Viñerta considera que existe un interés de las autoridades gubernamentales por acabar con aquellos sindicatos que cuestionan y señalan las irregularidades dentro de las instituciones, mientras que a los sindicatos “alineados” al gobierno no los tocan.
Junto a la secretaria general del sindicato fueron despedidas más de 100 empleadas de diferentes áreas administrativas y operativos, bajo la excusa que no hay capacidad financiera para pagar los salarios de esas plazas.
La secretaria de USTTISDEMU explicó que desde septiembre del año pasado comenzaron los rumores de despido en la institución, por lo que como representantes del sindicato enviaron cinco cartas consecutivas a la presidenta del Isdemu para pedir una explicación, pero no tuvieron respuesta, lo cual consideran que es una vulneración de derechos constitucionales e irrespeto a la libertad sindical, por no reconocer sus facultades.
Usted denunció que fue despedida el 23 de diciembre pasado después de laborar 26 años ahí. ¿Le explicaron cuál fue el motivo de su despido?
Sí de forma verbal y fue un gran rodeo, porque ya me conocen y sabían que yo iba a tener una reacción, y la tuve, hice un acto simbólico. Me explicaron y dice la notificación que porque la institución no tiene capacidad financiera para poder continuar sosteniendo la plaza. Eso es lo que me explicaron, pero nos tardamos, porque antes de eso yo me tomé el tiempo y le dije que tenía una reflexiones alrededor de lo que estaba pasando, porque había una crisis bastante fuerte de las compañeras principalmente.
¿Cuántas personas fueron notificadas de su despido ese día?
No todas las personas son afiliadas al sindicato, pero el dato que tengo, de afiliadas y no afiliadas, es de 103.
¿Qué fue lo que hizo como acto simbólico?
Me puse una manta negra simulando una capa, les dije que estaban presentándose como jinetes del Apocalipsis y aves de mal agüero, por todo el dolor que estaban generando, por todo el sufrimiento y todos los efectos de la decisión que se ha tomado.
Yo iba vestida de negro, de pésame, ni siquiera principalmente por mí, sino que por todas aquellas compañeras con enfermedades, adultas mayores, porque no van a encontrar trabajo, las madres de hijos e hijas pequeñas, las jefas de hogar, que por eso simbólicamente me presentaba de negro. Ese fue mi acto individual.
Como directiva del sindicato usted goza de un fuero sindical, ¿es legal su despido?
El fuero es un derecho fundamental porque está regulado en la Constitución y en la normativa internacional, pero la Constitución dice que no puedo ser despedida, desmejorada (en el salario) trasladada y sin una causa justa.
La causa justa se atribuye a un mal comportamiento de la persona y nada de eso ha pasado, entonces para mí no hay causa justa. Ellos alegan que están conscientes (…) incluso de mis capacidades, de mi compromiso, de mi trabajo, pero que en vista de esa situación financiera se veían en la obligación de tener que indemnizarme como trabajadora y que también estaban conscientes del fuero sindical, por lo que me entregaron una nota, a todas nos han entregado una nota, porque nos indemnizarán como directivas sindicales.
¿Sobre qué es la nota?
Nos entregaron una nota con un ofrecimiento de la indemnización del fuero sindical por los dos años (como sindicalistas), porque nosotras en noviembre comenzamos un nuevo período de junta directiva que termina hasta noviembre del próximo año.
Como la ley dice que no podemos ser despedidas durante dos años, nos dijeron que el fuero sindical va a ser reconocido en uno, dos o tres pagos, aunque la presidenta está consciente e intentará hacerlo en un solo pago.
¿Es legal que les paguen el fuero?
Sí, es legal, pero no constituye desde el punto de vista sindical sindical la salida, porque lo que hacen es obstaculizar, acabar y terminar la función que tiene la representación sindical.
La gran pregunta es por qué no quieren en las instituciones, cuando es un derecho constitucional, por qué no quieren a quien les cuestione, a quien les señale, quien defienda los derechos de las personas trabajadoras.
Aquí hay un dato importante en relación a las fechas, nuestras diligencias y trámites para ser acreditados en el nuevo periodo están en proceso en el Ministerio de Trabajo, por lo tanto, el acto administrativo de despedirme disfrazado de supresión de plaza es posterior a la elección, entonces no puede ser un acto administrativo retroactivo.
Vamos a ver qué pasa, ojalá que el Ministerio de Trabajo no se preste, porque yo sí les dije, espero que tengan claro y les recuerdo que yo soy la secretaria general del sindicato hasta noviembre del próximo año.
¿Han dicho qué pasará con la institución?
Hay rumores sobre que va a desaparecer desde hace mucho, pero los más fuertes surgieron desde este año, desde que llegó este gobierno ya se venía rumorando las fusiones, de fusionar el Isdemu con X o Y institución, lo cual no ocurrió, pero a mediados de año, supe por fuentes confiables que se estaba pensando en la fusión con el Conapina.
Que se llega a dar, hay una alta posibilidad por lo que estamos viendo, no lo podemos asegurar, pero yo lamento el silencio absoluto que la presidenta ha mantenido junto con su equipo, porque nosotras sí hicimos las consultas oportunas. Ellos lo siguen negando y dicen que no les han dicho nada.
¿Qué áreas se han visto afectadas directamente con los despidos?
Prácticamente de todas las áreas administrativas y operativas, dos unidades que quedaron prácticamente barridas, la unidad de formación que era a la que yo pertenecía donde ha quedado solo la jefatura y un compañero; y la otra área encargada del seguimiento de las políticas públicas y el cumplimiento de la normativa solo queda la jefa y una compañera.
Es imposible que una persona asuma tales responsabilidades y lo más difícil ha sido a nivel de las oficinas que estaban en los departamentos, que son los centros de atención departamental, ahí las personas han sido totalmente barridas, en el sentido que prácticamente cerraron, todo el personal quedó despedido.
¿Cuál era la función específica de estas oficinas?
Dar la atención a las mujeres que acudían por hechos de violencia y hacer trabajo territorial con las municipalidades (…) coordinación con instituciones como la procuraduría, la policía y los juzgados.
¿Cómo considera que va a impactar en la vida y los derechos de las mujeres este cierre de espacios?
Esta problemática tiene que ser analizada desde varias aristas, no tiene solo un impacto. Directamente a las trabajadoras del Isdemu, lo que implica quedarse sin salario, sin empleo, sin seguro social y la calidad de vida que se ve desmejorada, porque no tener ingresos y ahora es muy difícil pensar que vamos a conseguir un empleo.
Y la otra es el impacto en los servicios que presta la institución porque el deber ser, el objeto de la creación del Isdemu es la política pública, no la atención a la violencia.
Isdemu es la única institución encargada de esa finalidad, no hay otra que la tenga (…) entonces, ¿quién va a asegurar el cumplimiento de la normativa en políticas públicas de las instituciones?, ¿quién va a verificar ese trabajo?, ¿quién le va a dar seguimiento?, las mujeres quedamos desprotegidas porque no va a haber un compromiso de las instituciones, si no hay quién le dé seguimiento a lo que es la política pública enfocada en la mujer.
Esas políticas públicas precisamente son para propiciar y promover el avance del desarrollo de las mujeres a través del ejercicio pleno de sus derechos.
En esto ya se ve la desmejora, algunas unidades de género han desaparecido, por ejemplo el Tribunal de Ética despidió a la persona responsable de la unidad de género, otras oficinas antes de toda esta situación, le cambiaron el nombre (a las unidades de género).
Fuente: elsalvador.com
