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El teólogo, psicólogo, filósofo y sacerdote peruano de ascendencia quechua Gustavo Gutiérrez es ampliamente reconocido como el fundador de la Teología de la Liberación y del Instituto Bartolomé de las Casas. Gutiérrez, nacido en Lima el 8 de junio de 1928, fue un pensador profundo y un apasionado defensor de los derechos y la dignidad de los empobrecidos. Su obra, que sigue inspirando a generaciones de cristianos, es un poderoso catalizador de la justicia social y la liberación, encendiendo una llama de esperanza y determinación en los corazones de quienes luchan por un mundo más justo. Su legado es un testimonio del poder transformador de la justicia teológica y la solidaridad.

“GUSTAVO GUTIERREZ: UN LEGADO DURADERO DE LIBERACIÓN Y ESPERANZA”

La sólida formación académica y teológica de Gustavo Gutiérrez, que incluye estudios de filosofía, psicología y teología en reconocidas instituciones europeas, le proporcionó una comprensión integral de la condición humana y la fe cristiana. Esta formación diversa fue fundamental para dar forma a su perspectiva única sobre la Teología de la Liberación.

Inicialmente, Gutiérrez inició su carrera como estudiante universitario estudiando Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Letras en la Pontificia Universidad Católica del Perú, pero su vocación religiosa lo llevó a abandonar dichos estudios y dedicarse por completo al sacerdocio. Esta decisión lo motivó a buscar una formación teológica amplia y profunda, que luego le permitió desarrollar y articular su visión de la Teología de la Liberación.

Su recorrido educativo se extendió por toda Europa, llevándolo a Bélgica, Francia y finalmente a Roma. En 1951, con tan solo 23 años, obtuvo una licenciatura en filosofía en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. Impulsado por una creciente curiosidad por la mente humana y la espiritualidad, continuó sus estudios y, a los 27 años, recibió una licenciatura en psicología en la Universidad Católica de Lyon, Francia, en 1955. Un año después, en 1959, a los 31, completó una licenciatura en teología. Poco después, fue ordenado sacerdote, iniciando una vocación pastoral que duraría toda su vida.

En 1959 y 1960, Gutiérrez profundizó sus estudios teológicos en la Universidad Gregoriana, Roma. Posteriormente, se trasladó al Instituto Católico de París, Francia, donde, en 1962 y 1963, comenzó a desarrollar las bases de su futura reflexión, teológica y social. Más tarde, en 1985, a los 57 años, obtuvo su doctorado en Teología, también en la Universidad Católica de Lyon, Francia, lo que marcó un progreso significativo en su investigación de la teología y sus contribuciones a la Teología de la Liberación.

Orígenes de la Teología de la Liberación

El contexto social y eclesial de Abya Yala* en los años 1960 y 1970 fue crucial para la formación de la Teología de la Liberación. En 1968, el Dr. Martin Luther King Jr. promovió una teología contra la discriminación y la segregación que enfrentaban los afroamericanos en los Estados Unidos. El padre de la “teología negra”, James Cone, continuó este esfuerzo en 1971 para enfrentar la opresión sistémica. Mientras tanto, Paulo Freire publicó “Pedagogía del oprimido” en 1970, enfatizando la educación como un camino hacia la justicia social y el empoderamiento, particularmente para las comunidades marginadas.

En este contexto, la teología de Gutiérrez presentó una poderosa visión de Dios como el liberador de los empobrecidos, con un mensaje central de la resurrección de Cristo que encarna la esperanza y la liberación. Su obra, sin embargo, no estuvo exenta de controversias. Su enfoque en los pobres y marginados redefinió el discurso teológico, enfatizando el papel de la Iglesia en desafiar las injusticias e inspirar movimientos por la justicia social. Gustavo Gutiérrez sentó las bases de lo que se convertiría en la Teología de la Liberación, arraigada en un compromiso con los oprimidos. Su obra encendió un diálogo internacional, con teólogos de todo el mundo buscando sus ideas sobre la Liberación y el compromiso social, ansiosos por comprender las controversias y complejidades que rodeaban sus ideas revolucionarias.

Participó en el Concilio Vaticano II y en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968) y Puebla (1979). Estos eventos fueron fundamentales para dar forma a la teología de Gutiérrez, brindándole una plataforma para ofrecer una teología comprometida con los oprimidos y que respondiera a la pobreza, la desigualdad estructural y la conciencia social. Estas reflexiones teológicas influyeron en el desarrollo de la pastoral social en Abya Yala y proporcionaron una plataforma global para la visión transformadora de Gutiérrez.

La publicación de Teología de la Liberación: Perspectivas (1971) marcó un hito significativo en la revolución de la Teología de la Liberación. Desde sus primeros escritos, Gutiérrez defendió que la fe debía estar radicalmente comprometida con los pobres, una ‘opción’ o ‘preferencial’ que colocaba a los marginados y excluidos en el centro de la acción del cristianismo. A través de su enfoque de ‘ver, juzgar y actuar’, Gutiérrez propuso una reflexión teológica que parte de la realidad concreta, iluminada por la Palabra de Dios, para llegar a una transformación activa y liberadora. Este enfoque era un llamado a la acción, instando a los cristianos a comprometerse con las injusticias del mundo y trabajar por una sociedad más justa.

El impacto de la liberación

La Teología de la Liberación promovió un diálogo ecuménico profundo que dio la bienvenida a personas de todas las tradiciones cristianas. Este diálogo se centró en debates teológicos y, sobre todo, en el papel fundamental de la iglesia para poner fin a la injusticia y apoyar a las comunidades necesitadas. A menudo se manifestó en comunidades cristianas de base que buscaban actuar según las enseñanzas del Evangelio, guiadas por voces inspiradoras como Pedro Casaldáliga, Leonardo Boff, Elsa Tamez, Ivone Gebara, Eleazar López, Juan Luis Segundo, entre otros.

Es importante recordar que, en medio de este impulso teológico, Gutiérrez, como muchos sacerdotes y teólogos comprometidos, enfrentó persecución por su dedicación a los oprimidos. El asesinato de sacerdotes, como Oscar Romero en El Salvador (1980) y del sacerdote Marcelo Pérez, hace apenas unos días en Chiapas, México (2024), subraya que abrazar una teología de liberación para el pueblo sigue siendo un camino que exige la vida. Estos desafíos actuales que enfrentan los teólogos deben servir como recordatorio de la urgencia y el compromiso que se requieren en la búsqueda de la justicia social.

Hoy en día, el legado de Gutiérrez sigue vivo en las expresiones en evolución de las teologías de la liberación, incluidas la eco-feminista, la teología mujerista, la teología indígena, la teología Abya Yala y otras teologías desde las márgenes. Estas perspectivas siguen abordando las injusticias globales y abogando por el diálogo interreligioso, destacando que el trabajo fundacional de Gutiérrez todavía ofrece una visión poderosa e inclusiva para la transformación social.

El 22 de octubre partió Gustavo Gutiérrez, sacerdote peruano y padre de la Teología de la Liberación. Su mensaje ya ha echado raíces y seguirá floreciendo.

*El nombre Abya Yala proviene de la lengua Guna (pueblo originario que habita entre Panamá y Colombia) y significa tierra en plena madurez y tierra de sangre vital. Este nombre se centra en reflexiones sobre la tierra y su gente originaria como comunidad conectada a todo el continente. En la década de 1970, activistas, historiadores, políticos y teólogos nativos adoptaron Abya Yala como nombre unificado en lugar de los nombres latinoamericanos (hispanohablantes y portugueses) y norteamericanos (anglófonos) que perpetuaban las divisiones eurocéntricas y coloniales.

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Yenny Delgado 

Psicóloga y teóloga peruana. Yenny es candidata a doctora en Psicología de la Religión en la Universidad de Lausana, Suiza. Es la convocante de Mujeres Haciendo Teología en Abya Yala y directora de Publica Theology. El trabajo de Yenny es fundamental ya que a través de su organización amplifica las voces de las mujeres y promueve la reflexión teológica desde perspectivas feministas/ mujeristas descolonial .

 

Fuente: publicatheology.org

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