La tecnología y la innovación se unen en una historia sorprendente que nos muestra cómo Israel utiliza a las aves carroñeras para localizar cadáveres tras la incursión del grupo Hamás en octubre. En este artículo, exploraremos cómo estas majestuosas aves rapaces se han convertido en una herramienta valiosa para el país y cómo esto ha impactado en la resolución de conflictos y la búsqueda de personas desaparecidas.
La colaboración entre aves y humanos
Ohad Hatzofe, director del programa de aves en peligro de extinción de la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel, nos revela la fascinante colaboración entre seres humanos y aves rapaces. Águilas, buitres y otras aves carroñeras son equipadas con dispositivos de rastreo que ayudan a localizar restos humanos en áreas afectadas por conflictos y desastres. Esta iniciativa se ha convertido en un testimonio de la innovación israelí.
Según Hatzofe, la idea surgió de la unidad Eitan, que pertenece a la rama de recursos humanos del Ejército israelí y es responsable de localizar a los soldados desaparecidos. El programa de Hatzofe se propuso rastrear y estudiar a cientos de buitres leonados, una especie en peligro de extinción, a través de la colocación de un chip GPS especial que permite determinar su trayectoria y comportamiento. Esta tecnología se ha convertido en una valiosa herramienta en momentos de crisis.
La increíble historia de un águila marina
El 23 de octubre, una historia sorprendente se desarrolló cuando una rara águila marina, que había pasado un verano en el norte de Rusia, regresó a Israel y fue descubierta en Beeri, cerca de Gaza. Hatzofe proporcionó información al Ejército israelí, cuyos detalles no reveló.
Este descubrimiento resultó en una operación que permitió la recuperación de cuatro cadáveres en el kibutz Beeri, donde unos 85 residentes murieron cuando militantes de Hamás cruzaron la frontera fuertemente militarizada. La eficacia de estas aves rapaces en la localización de restos humanos fue evidente.
La contribución a la resolución de conflictos
La incursión del movimiento palestino Hamás en territorio israelí el 7 de octubre dejó un saldo devastador, con alrededor de 1.200 israelíes muertos y aproximadamente 240 civiles secuestrados, llevados a la Franja de Gaza según datos de Israel. En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron bombardeos en la Franja de Gaza, lo que resultó en más de 10.000 muertes civiles, decenas de miles de heridos y el desplazamiento de aproximadamente 1.5 millones de personas.
En este contexto de conflicto, la colaboración entre el programa de aves en peligro de extinción y las fuerzas de seguridad de Israel ha demostrado ser crucial en la búsqueda y recuperación de víctimas. La precisión de las aves equipadas con chips GPS ha permitido localizar cadáveres en zonas de difícil acceso, acelerando así el proceso de identificación y resolución de conflictos.
Impacto en la propagación de enfermedades infecciosas
Además de su contribución en la resolución de conflictos y la localización de víctimas, la utilización de aves rapaces también tiene un impacto en la propagación de enfermedades infecciosas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha encendido las alarmas debido a la situación en la Franja de Gaza, donde se ha producido un brote de enfermedades infecciosas.
Las aves carroñeras, al localizar y señalar áreas donde se encuentran cadáveres, desempeñan un papel importante en la identificación temprana de focos de enfermedades. Esto permite a las autoridades de salud pública intervenir de manera más eficaz y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas en estas zonas.
Conclusiones
La historia de cómo Israel utiliza datos proporcionados por aves carroñeras para localizar cadáveres en áreas afectadas por conflictos es un testimonio de la innovación y la colaboración entre la tecnología y la naturaleza. Las aves equipadas con dispositivos de rastreo han demostrado su eficacia en momentos críticos, contribuyendo a la resolución de conflictos, la búsqueda de víctimas y la prevención de enfermedades infecciosas.
Esta sorprendente iniciativa pone de manifiesto cómo la tecnología puede utilizarse de maneras inesperadas y altamente efectivas en situaciones de emergencia. La colaboración entre humanos y aves rapaces es un ejemplo de cómo la innovación puede marcar la diferencia en el mundo real.
Fuente: RT
