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La historia de las Américas está intrincadamente ligada a la diáspora africana y la introducción masiva de africanos en condición de esclavos. Estos hombres y mujeres no solo fueron traídos a través de las rutas comerciales del Atlántico como simples mercancías, sino que también trajeron consigo una rica herencia ancestral y diversas epistemologías que moldearon la historia del continente. A lo largo de los siglos, esta influencia africana se manifestó a través de la resistencia, la formación de comunidades autónomas y la redefinición de identidades en las Américas.

Resistencia y formación de comunidades negras

Durante casi cuatro siglos, aproximadamente 12 millones de africanos fueron llevados al “nuevo mundo” como esclavos. Sin embargo, lejos de someterse pasivamente, estos africanos ejercieron diversas formas de resistencia. Desde el suicidio hasta las fugas y rebeliones, los africanos lucharon contra un sistema que los cosificaba.

Estas luchas resultaron en la formación de comunidades autónomas conocidas como quilombos, palenques y otros nombres en toda América. Los negros que huían de las plantaciones establecían asentamientos con sistemas políticos, sociales y económicos independientes. Esto transformó la dinámica territorial en las Américas y desafió las territorialidades tradicionales del Estado.

Instituciones de resistencia negra

Estos espacios de libertad negra no solo sirvieron como refugio, sino que se convirtieron en verdaderas instituciones de resistencia. Los quilombos y palenques influyeron en el desmantelamiento de las estructuras esclavistas al socavar el sistema económico basado en la esclavitud.

A pesar de los intentos de las potencias coloniales de suprimir estas instituciones y estigmatizar a los negros, su marginación fue fundamental para debilitar el sistema esclavista. Sin embargo, la lucha no terminó con la abolición de la esclavitud, ya que los negros y sus instituciones continuaron marginados en la sociedad, a excepción de casos como Jamaica, donde lograron negociar la autonomía.

Racismo científico y eugenesia

La historia de América Latina y el Caribe está marcada por el racismo científico y la eugenesia, utilizados para justificar la jerarquía social que consideraba a los negros como subhumanos. Los proyectos de Estado-nación en la región se basaron en esta lógica discriminatoria, lo que impidió la igualdad real entre negros y blancos.

No fue hasta el último cuarto del siglo XX que las comunidades negras comenzaron a tener algunos derechos reconocidos bajo el nuevo constitucionalismo latinoamericano. Sin embargo, el legado del racismo continuó afectando a estas comunidades y sus instituciones.

Identidad y luchas en la diáspora

La resistencia de los negros a la opresión y la dominación asociadas con la esclavitud permitió la construcción de identidades diaspóricas. La diáspora se convirtió en un lugar donde los negros pudieron reimaginar su comunidad y reorganizar sus vidas e identidades. Además, estas identidades les permitieron establecer un vínculo ancestral con su nuevo territorio.

Los espacios de libertad negra también se caracterizan por la presencia de epistemologías diaspóricas negras, que reflejan cómo los negros comprenden y expresan su mundo social y simbólico. Estas epistemologías juegan un papel crucial en la movilización política y la autonomía de las comunidades negras.

Memoria y territorialidades

Los quilombos, palenques y marrones son ejemplos de espacios de libertad negra que son fundamentales para una “tradición radical negra” en las Américas. A través de la transmisión de la memoria colectiva, principalmente en forma de narrativas orales, los negros cimarrones lograron mantener viva su herencia ancestral.

Estos procesos de reconstrucción de la memoria colectiva son esenciales para comprender la construcción de territorios negros en el contexto diaspórico. Los territorios negros se forjaron como una forma de alteridad en relación con las nociones dominantes de territorio, y esto ayudó a definir las fronteras sociales entre los pueblos negros, los pueblos indígenas y el Estado-nación en las Américas.

Ruptura de la lógica colonial

La lucha de indígenas y afrodescendientes por el reconocimiento de sus derechos colectivos sobre la tierra marcó una ruptura con la lógica colonial de definición territorial. Esta lógica se basaba en ignorar o eliminar a grupos que no tenían derechos formales sobre un territorio delimitado y sancionado por el Estado.

Los territorios indígenas y negros han estado bajo presión de proyectos de desarrollo neoliberales, lo que ha afectado negativamente los derechos territoriales de estas comunidades. La lucha actual de las comunidades negras por el reconocimiento de su identidad y sus derechos territoriales en América Latina es una continuación de la resistencia histórica que ha moldeado la historia del continente.

En resumen, la influencia de la diáspora africana en la historia de las Américas es profunda y compleja. Desde la resistencia y la formación de comunidades autónomas hasta la lucha por la identidad y los derechos territoriales, los africanos esclavizados dejaron una huella indeleble en la historia del continente. Comprender esta historia es fundamental para apreciar la diversidad y la riqueza cultural de las Américas.

Fuente: Servindi

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