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En un informe reciente, la oenegé Human Rights Watch (HRW) expone detalles impactantes sobre la situación en el Tapón del Darién, una selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá. Este corredor natural ha sido testigo del paso de miles de migrantes en su viaje hacia Estados Unidos, y, lamentablemente, involucra al narcotraficante Clan del Golfo. HRW ha llevado a cabo un estudio ‘in situ’ entre abril de 2022 y junio de 2023, entrevistando a casi 300 personas en la zona. Los resultados son preocupantes.

El Aumento de la Migración y las Restricciones de Movimiento

El informe de HRW sugiere que “las restricciones de movimiento desde países sudamericanos hacia México y Centroamérica, a menudo promovidas por el Gobierno de EE.UU., han contribuido —junto con un aumento de la migración desde América del Sur hacia EE.UU.— a un fuerte incremento en el número de personas que cruzan el Tapón del Darién”. En el último año, más de medio millón de personas han cruzado esta inhóspita selva, exponiéndose a riesgos significativos.

El Clan del Golfo: Reguladores del Camino

En el lado colombiano del Darién, el Clan del Golfo ejerce un control férreo sobre las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo. Esta organización criminal decide quién puede asistirlos en el camino, extorsiona a quienes se benefician del flujo migratorio y establece normas de conducta tanto para la población local como para los migrantes, a veces haciendo cumplir estas normas mediante la violencia.

Ganancias Ilícitas a Través de la Tragedia Humana

Según estimaciones del Ejército colombiano, el Clan del Golfo obtiene en promedio 125 dólares por cada persona que cruza el Darién. Esto significa que podrían haber ganado hasta 57 millones de dólares entre enero y octubre pasado. Sorprendentemente, parte de estas ganancias se derivan de las políticas migratorias restrictivas que empujan a los migrantes y solicitantes de asilo a aventurarse en el Tapón del Darién en primer lugar.

La organización utiliza sistemas para rastrear los pagos de las personas, que incluyen la entrega de pulseras y, más recientemente, la colocación de pegatinas en sus pasaportes o documentos de identidad. Esto ilustra el nivel de control que el Clan del Golfo ejerce sobre los migrantes y su ruta.

Desviando la Atención con Fines Criminales

Además de su explotación económica de la tragedia humana en el Tapón del Darién, el Clan del Golfo también utiliza el flujo de migrantes para desviar la atención de las autoridades y los esfuerzos de control en el transporte marítimo de cocaína. Esta táctica pone en evidencia la complejidad de la operación de esta organización criminal y su capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes.

Abusos y Violencia en la Selva

La situación en el lado panameño del Tapón del Darién es aún más preocupante. Criminales y delincuentes aprovechan la vulnerabilidad de los migrantes y solicitantes de asilo mientras atraviesan las numerosas rutas que cruzan la selva. Esto resulta en actos de violencia rutinarios, robos, abusos y, en el peor de los casos, violaciones sexuales.

La necesidad de una respuesta efectiva y coordinada para abordar esta crisis humanitaria es innegable. Las condiciones extremas, los riesgos y las atrocidades que los migrantes enfrentan en el Tapón del Darién son inaceptables.

Conclusión

El informe de HRW arroja luz sobre una situación alarmante que involucra a migrantes y al Clan del Golfo en el Tapón del Darién. Es esencial que los gobiernos de la región y la comunidad internacional tomen medidas decisivas para abordar esta crisis humanitaria, proteger a los migrantes y desmantelar las redes criminales que explotan su desesperación.

Fuente: RT

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