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El presidente de EE.UU., Donald Trump Alex Brandon / AP

El presidente de EE.UU., Donald Trump Alex Brandon / AP

El republicano ha adoptado un número récord de medidas ejecutivas, algunas de ellas muy controversiales.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un cambio drástico en la vida política estadounidense. En poco más de tres meses en el poder, el republicano ha dictado 211 medidas ejecutivas, muchas más que sus predecesores.

El propio Trump calificó de “históricos” sus primeros 100 días y pronunció un discurso para celebrarlos en Michigan. Entre las medidas más sonadas de Trump se incluyen las deportaciones masivas de migrantes, una guerra arancelaria que ha disparado caídas y alzas en los mercados y varias otras que marcan un alejamiento radical de la política exterior de sus predecesores. 

Política migratoria

La migración ha sido un tema en el que Trump avanza en el cumplimiento de sus promesas electorales, según informa AP. Así, el número de personas que intentan cruzar irregularmente la frontera sur de Estados Unidos ha disminuido significativamente: si en diciembre de 2024 fueron 47.000 personas, en marzo de este año la cifra bajó a 7.181. 

Sin embargo, el mandatario no piensa detenerse ahí. En abril, el Washington Post informó de sus planes de deportar a más de un millón de migrantes en su primer año de mandato, batiendo el récord anterior de 400.000. Para ello, la administración pretende seguir cerrando los programas que auspician o legalizan la estancia de los inmigrantes en el país. 

Una de las novedades de la política migratoria de la administración republicana ha sido el envío forzoso de migrantes a terceros países. En ese orden, el equipo de Trump envió a 238 migrantes al CECOT,  la “mega cárcel” de El Salvador.

Una reciente encuesta de CNN indica que 45 % de los estadounidenses apoya la política migratoria de Trump, lo que representa seis puntos menos que en marzo. 

Solo hay dos géneros

Una de las primeras medidas de Trump en el cargo fue dictaminar que en EE.UU. solo hay dos géneros: masculino y femenino. Para justificar la decisión, la orden ejecutiva de Trump afirma que en todo el país se estaban utilizando herramientas que permitían a los hombres identificarse como mujeres y acceder a los refugios femeninos y a los baños respectivos en el lugar de trabajo, entre otros.

En ese contexto, el mandatario firmó también un decreto que prohíbe a los transgeneros* participar en deportes femeninos. Antes de firmar la orden, Trump aseguró que “la guerra contra el deporte femenino ha terminado”. “Mi administración no se quedará de brazos cruzados viendo cómo hombres golpean y maltratan a atletas femeninas. Y se va a acabar, y se está acabando ahora mismo, y nadie va a poder hacer nada al respecto, porque cuando hablo, hablamos con autoridad”, declaró el presidente.

Aranceles para todos

Donald TrumpChip Somodevilla / Gettyimages.ru

El mandatario norteamericano no ha ocultado su simpatía por los aranceles, a los que calificó como “su palabra favorita” durante la campaña electoral. De vuelta a la Casa Blanca, Trump mantiene intacta su retórica de que otros países “estafan a Estados Unidos” en materia comercial, y ha comenzado a imponer medidas de represalia. 

Los primeros en recibir el golpe arancelario fueron Canadá, México y China, por permitir supuestamente que flujos de fentanilo crucen la frontera. Además, el 2 de abril, Trump declaró el “día de la liberación” de Estados Unidos y anunció aranceles a productos de 211 países y territorios. 

Más tarde, el republicano decidió posponer la entrada en vigencia de parte de los gravámenes a los productos de la Unión Europea. Esos cambios no fueron bien recibidos por los mercados de valores, lo que llevó a fluctuaciones a gran escala en los índices bursátiles.

A pesar de la anunciada intención de llegar a un acuerdo con Pekín, la Casa Blanca ha mantenido hasta ahora aranceles de 145 % para los productos chinos, a lo que el país asiático respondió con un gravamen de 125 %. 

Tales pasos no han tenido aprobación popular. Solo 35 % de la población apoya los aranceles, aunque más de la mitad de los estadounidenses cree en la capacidad de Trump para manejar la economía, según la encuesta de CNN.

Conflicto en Ucrania

Otra destacada promesa electoral de Trump fue la de poner rápidamente fin al conflicto ucraniano. Sin embargo, los plazos para cumplir ese objetivo han ido variando: si durante la campaña dijo que lo lograría en 24 horas, tras su toma de posesión informó el WSJ que esperaba conseguirlo en sus primeros 100 días en el cargo. 

En ese contexto, Trump amenazó en abril con retirar a Estados Unidos del proceso de negociación en caso de no haber avances, pero hasta ahora ha seguido esforzándose por desempeñar un papel mediador. 

Guerra contra las universidades 

Un inesperado blanco de ataques de la nueva administración han sido las universidades, cuya financiación la Casa Blanca pretende revisar, acusándolas de impulsar sentimientos propalestinos y apartarse de los valores estadounidenses. Ya en marzo pasado, el gobierno había abierto investigaciones contra 60 universidades por sospechas de “discriminación antisemita”. 

En una carta dirigida a la Universidad de Harvard, el Departamento de Educación de Estados Unidos pidió “evitar la admisión de estudiantes hostiles a los valores e instituciones estadounidenses […], incluyendo a estudiantes que apoyen el terrorismo o el antisemitismo”.

Ante el rechazo de las autoridades académicas, Trump amenazó con revocarle prerrogativas a esa casa universitaria. “¿Quizás Harvard debería perder su estatus de exención de impuestos y tributar como una entidad política, si sigue promoviendo una ‘enfermedad’ política, ideológica y de inspiración/apoyo al terrorismo? Recuerden, ¡el estatus de exención de impuestos está totalmente supeditado a actuar en el interés público!”, escribió en su red Truth Social.

El republicano le retiró a la prestigiosa institución académica 2.200 millones de dólares en subvenciones plurianuales y congeló otros 60 millones en contratos federales. 

Reducción del aparato estatal

Con la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, la administración ha hecho énfasis en recortar el gasto público y reevaluar los programas existentes. 

La primera víctima de la ‘aplanadora’ del DOGE fue la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que se quedó sin 92 % de sus programas a largo plazo, por valor de casi 60.000 millones de dólares, y se vio obligada a despedir a la mayor parte de su personal. 

En 100 días en el cargo, la administración Trump ha despedido a unos 120.000 empleados públicos, según CNN. Tan solo el Departamento de Educación perdió cerca de 51 % de sus trabajadores y tuvo que cerrar 7 de sus 12 departamentos regionales.

A su vez, el Departamento de Asuntos de Veteranos deberá recortar cerca de 70.000 empleos, alrededor de 15 % de su personal. 

No obstante, el jefe de la Casa Blanca afirmó que su equipo está contratando a un número récord de personas. “A medida que alcanzamos nuestros primeros 100 días históricos, me enorgullece anunciar que la Oficina de Personal Presidencial ha superado el 80 % de todas las contrataciones políticas en nuestros mayores departamentos”, escribió en Truth Social este lunes. 

*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.


Fuente: actualidad.rt.com

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