En Brasil, las inundaciones han causado la muerte de 144 personas, mientras que 125 aún están desaparecidas hasta ahora. Las intensas lluvias han provocado inundaciones, el desbordamiento de ríos y deslizamientos de tierra, lo que ha llevado a estas alarmantes cifras y se suma a los efectos del cambio climático, como sequías en el noroeste.
En Brasil, el número de fallecidos a causa de las inundaciones ha alcanzado los 144, y aún hay 125 personas desaparecidas hasta la fecha.
Las lluvias torrenciales han generado inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierras, desbordando en estas preocupantes cifras y sumándose a efectos del cambio climático.
Esto ha llevado a más de 619.000 desplazamientos forzados.
Tanto expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el gobierno de Brasil relacionan ello con la crisis climática y el fenómeno de El Niño, según el último informe de Defensa Civil.
Por otro lado, permanecen el calor y la sequía, a causa de la deforestación, en la zona noroeste del país.
En esta nota las zonas más afectadas junto a las cifras de damnificados y además un breve recuento por la sequía en otras zonas del país.
Estado de Río Grande del Sur
En el estado de Río Grande del Sur, fronterizo con Argentina y Uruguay, se registraron más de 800 heridos y el 90% de su territorio presenta daños tras las inundaciones provocadas por fuertes lluvias.
Las pérdidas estimadas alcanzan los 18.839 millones de reales (3.700 millones de dólares) y las autoridades locales describen la situación como un “escenario de guerra”.
Región Sur de Brasil
En esta zona del país, las inundaciones dejaron un saldo de 144 muertos y más de 2,1 millones de personas afectadas.
Además, nuevas tormentas amenazan con empeorar la situación.
A nivel general
A nivel nacional, el número de desplazados asciende a 620.000, de los cuales más de 81.000 se encuentran refugiados en albergues improvisados por el Gobierno.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) en créditos y medidas asistenciales directas.
Pronóstico
Según el Instituto Nacional de Meteorología, se anticipa que las lluvias intensas persistan en todo el estado, con más de 100 mm de lluvia por día en ciertas áreas.
Además, en el noreste existe un gran riesgo de inundaciones importantes, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra, según mencionaron.
Por su lado, el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden) emitió una alerta de alto riesgo por deslizamientos tanto en Río Grande del Sur como en la región metropolitana de Porto Alegre.
Se pronostican aguaceros, vientos fuertes y bajas temperaturas intensas. Debido a estas previsiones meteorológicas, casi todo el estado se encuentra en alerta máxima.
Por ello, las fuerzas de búsqueda y rescate aprovechan los momentos entre temporales para llevar a cabo sus operaciones.
El Cemaden señaló que la probabilidad de nuevas inundaciones es muy alta en prácticamente todo Río Grande del Sur.
Caudal y nivel de ríos en aumento
Las recientes inundaciones causadas por las crecidas del río Taquari han generado preocupación nuevamente en la ciudad de Muçum, que aún sigue devastada por un reciente ciclón.
Por otro lado, las autoridades informan que la Laguna de los Patos, conectada al Atlántico, está alcanzando niveles muy altos y se espera que continúe subiendo, especialmente en las zonas costeras.
En Pelotas, una ciudad ribereña, la situación se está volviendo más crítica, aumentando el riesgo de inundaciones, según advirtió la alcaldesa Paula Mascarenhas, instando a la evacuación urgente de las áreas de riesgo.
El centro histórico de Porto Alegre, que aún está inundado, la gente se movía sobre barreras improvisadas de bolsas llenas de rocas y arena, mientras que muebles y otros objetos flotaban en el agua.
En esa línea, en algunas partes de Sao Leopoldo, en el suburbio, los autos estan sumergidos en las aguas turbias, creando una escena casi de cementerio vehicular.
Sequía al noroeste
La deforestación, el calor y la sequía son problemas que afectan profundamente a ciertas regiones de un país dividido diagonalmente debido al efecto invernadero.
Por más extraño que pueda parecer, mientras algunas zonas de Brasil se inundan, otras se secan.
El Amazonas y el noreste brasileño están experimentando un aumento constante de temperatura, en gran parte debido a la actividad humana que está talando árboles en la selva.
Esto tiene múltiples impactos negativos, como que reduce la importancia de una zona crucial para el equilibrio climático global.
Esta región es fundamental en la producción de oxígeno, esencial para la vida humana y animal, y también ayuda a absorber el monóxido de carbono del aire a través de la fotosíntesis.
En resumen, urge atender a las personas damnificadas por los deslizamientos e inundaciones y desborde de ríos en orden de atender problemas que acarrea la crisis climática.
Fuente: servindi.org
