La comunidad internacional celebra el 5 de diciembre de cada año el Día Mundial del Suelo, fecha en la que busca crear conciencia sobre la importancia de este elemento sustancial para la vida.

Servindi, 5 de diciembre, 2024.- La comunidad internacional celebra el 5 de diciembre de cada año el Día Mundial del Suelo, fecha en la que busca crear conciencia sobre la importancia de este elemento sustancial para la vida.
En esta ocasión analizaremos los impactos que tienen las plantaciones agroindustriales de monocultivos sobre la calidad de los suelos, en particular los tropicales, que son más frágiles y propensos a sus impactos.
Importancia de cuidar los suelos
Los suelos son esenciales para la producción de alimentos. Un suelo sano es vital para la producción de alimentos. Si los suelos son ricos en nutrientes y materia orgánica permiten el crecimiento de cultivos saludables.
Los suelos actúan como hábitat para una multitud de organismos que contribuyen a la fertilidad del suelo a través de procesos como la descomposición y la fijación de nitrógeno.
Los suelos filtran el agua de lluvia, reducen la escorrentía y previenen la contaminación de cuerpos de agua con pesticidas, químicos y sedimentos cumpliendo así una función de filtración natural.
Si los suelos son bien manejados permiten la infiltración de agua, recargando acuíferos y manteniendo fuentes de agua potable.
Pero además, los suelos juegan un papel crucial en la mitigación de la crisis climática al secuestrar carbono y reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
Un suelo saludable alberga una rica biodiversidad, que incluye microorganismos, insectos y plantas, todos esenciales para el equilibrio ecológico.
La cubierta vegetal y las raíces de las plantas ayudan a mantener la estructura del suelo, evitando la erosión causada por el viento y el agua.
¿Qué son los monocultivos?
Los monocultivos o plantaciones agroindustriales son sistemas agrícolas en los cuales se cultiva de manera masiva una sola especie vegetal en grandes extensiones de terreno, con el objetivo principal de abastecer el mercado para consumo industrial o exportación.
En estos sistemas, una sola especie es cultivada de manera intensiva en el mismo terreno durante muchas temporadas consecutivas.
Estos modelos de cultivo están estrechamente relacionados con la agricultura industrial, que se caracteriza por la mecanización, el uso de fertilizantes, plaguicidas, riego artificial y la búsqueda de altos rendimientos para maximizar la rentabilidad económica.
Por ejemplo, en monocultivos de soja, palma aceitera, caña de azúcar, maíz o banano, una sola planta ocupa todo el terreno disponible. Esto se hace con el objetivo de maximizar la eficiencia y la productividad de ese cultivo específico.
Este sistema es la antítesis de la agricultura diversificada, en la que se plantan diferentes cultivos.
¿Qué dice la FAO sobre los monocultivos?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha expresado preocupaciones sobre los monocultivos debido a sus impactos negativos.
Según la FAO, la agricultura basada en monocultivos ha generado una crisis ambiental y social, y no ha resuelto el problema de la pobreza y el hambre.
Además, ha tenido efectos alarmantes en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y el medio ambiente.
La FAO también destaca la necesidad de transitar hacia sistemas agrícolas más sostenibles y diversificados, que optimicen la biodiversidad y reduzcan la dependencia de insumos químicos.
Estos sistemas agroecológicos buscan construir la fertilidad a largo plazo, mantener ecosistemas agrícolas saludables y asegurar medios de vida seguros para los agricultores.
¿Cuál es el impacto de los monocultivos en los suelos tropicales?
Los monocultivos degradan la fertilidad del suelo debido a que agotan los nutrientes. Esto ocurre debido a que consumen los mismos nutrientes del suelo cada temporada sin permitir la recuperación.
Además, la falta de rotación de cultivos disminuye la cantidad de materia orgánica en el suelo, lo que afecta su estructura y capacidad para retener agua y nutrientes.
La monocultura puede llevar a una estructura del suelo más débil, aumentando la susceptibilidad a la erosión por viento y agua.
El uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes químicos para mantener la productividad de los monocultivos puede contaminar el suelo, afectando su salud y la de los organismos que viven en él.
A ello se agrega que los productos químicos pueden dejar residuos tóxicos que alteran la biología del suelo y afectan su calidad a largo plazo.
Los monocultivos también reducen la biodiversidad del suelo como consecuencia de la falta de diversidad en los cultivos. Así se pierden microorganismos beneficiosos que son esenciales para el ciclo de nutrientes y la salud del suelo.
No solo se pierden microorganismos sino también organismos del suelo como lombrices e insectos que se ven afectados negativamente, lo que puede alterar la estructura y fertilidad del suelo.
Los monocultivos también impactan en el ciclo hidrológico al compactar el suelo y reducir su capacidad para absorber agua, aumentando la escorrentía y la pérdida de suelo y nutrientes.
Además de reducir la infiltración de agua la capacidad del suelo para retener agua se reduce, haciendo que los cultivos sean más susceptibles a las sequías.
Fuente: servindi.org