Donald Trump derrotó a Kamala Harris en las elecciones en Estados Unidos. ¿Qué significa su triunfo para la región?
El martes 5 de noviembre terminó la campaña presidencial más turbulenta de la historia reciente de Estados Unidos con la victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris.
De manera sorprendentemente clara, el candidato republicano de 78 años venció a la vicepresidenta en funciones, convirtiéndose en el presidente de mayor edad en asumir el cargo.
Los votantes no parecieron preocupados por su condena por 34 delitos graves, ni por su papel en el asalto al Capitolio o sus acusaciones por intento de subvertir las elecciones de 2020 y la retención de documentos clasificados.
Además, los republicanos recuperaron la mayoría en el Senado y probablemente mantendrán su dominio en la Cámara de Representantes. Esto permitirá a Trump avanzar con muchos de sus planes en el Congreso.
¿Qué decidió las elecciones?
Kamala Harris trató de presentar a Trump como un líder con impulsos autoritarios y una amenaza para la democracia. En las últimas semanas, ella y otros demócratas lo calificaron de “fascista” mientras su campaña se volvía más sombría, amenazante y xenófoba.
Sin embargo, tal caracterización no tuvo impacto en la decisión final de los votantes. Para ellos, la economía y la inflación fueron determinantes. La pandemia y la guerra en Ucrania dispararon los precios, y los demócratas, encabezados por el presidente Biden y la vicepresidenta Harris, fueron vistos como responsables.
Harris no logró distanciarse de la impopular administración anterior, especialmente porque tuvo menos de cien días para hacer campaña después de que Biden decidiera retirarse bajo la presión de su propio partido.
La vicepresidenta quedó así vinculada al “estatus quo” que los estadounidenses parecían rechazar. Trump, por su parte, representaba –al menos simbólicamente– una ruptura con el sistema.
La inmigración como tema clave
Además de la economía, la inmigración fue un tema central en la campaña. Trump prometió deportaciones masivas y endurecimiento de las políticas migratorias, lo que aumentará la presión sobre países que actualmente albergan a muchos migrantes como México y Colombia.
También se especula que podría buscar colaboración de la nueva administración de Panamá para restringir la migración a través del Darién. Lo único seguro es que la situación de los migrantes se volverá aún más precaria bajo el nuevo presidente.
Consecuencias para la economía
Los republicanos tradicionalmente han apoyado el libre mercado, pero este enfoque ha cambiado. Con Trump, el principio de “America first” vuelve a ser prioritario.
En campaña, Trump mencionó la posibilidad de imponer aranceles, especialmente a productos de China, que podrían llegar hasta el 60 por ciento.
Esto deja en duda el futuro del acuerdo de libre comercio entre Perú y Estados Unidos. Trump también sugirió que podría aplicar aranceles del 10 al 20 por ciento a productos de otros países, incluido Perú.
Otro tema relevante es el nuevo puerto de Chancay. Dado que Estados Unidos ve a China como su principal rival en el escenario mundial, será interesante observar cómo la administración de Trump responde a este megaproyecto liderado por la empresa china Cosco.
Medidas para frenar el cambio climático
Trump niega la existencia del cambio climático provocado por el ser humano. Durante su administración anterior, retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015, aunque el presidente Biden reincorporó al país.
Aún no se sabe si Estados Unidos volverá a abandonar el acuerdo bajo Trump, pero su victoria es claramente una mala señal para los esfuerzos globales de protección climática.
Fuente: servindi.org