¿Qué cree usted que podría hacer un país con US$7 mil 400 millones? Esa cifra —unos Q54 mil 364 millones— es lo que tuvieron a su disposición los últimos tres gobiernos para invertirlos en las carreteras del país; sin embargo, estas aún distan de ser competitivas y de alto nivel.
¿Qué cree usted que podría hacer un país con US$7 mil 400 millones? Esa cifra —unos Q54 mil 364 millones— es lo que tuvieron a su disposición los últimos tres gobiernos para invertirlos en las carreteras del país; sin embargo, estas aún distan de ser competitivas y de alto nivel.
Diversas mediciones sitúan a Guatemala dentro de los países con las peores carreteras del mundo. Un ranking publicado en 2024 por el sitio World Population Review (Revisión de la Población Mundial), elaborado con base a encuestas de líderes empresariales, posicionó al país en el puesto 130 de 137 medidos en cuanto a la calidad de su red vial.
Con una puntuación de 2.4, la calidad de carreteras del país solo supera a las de Angola, República Democrática del Congo, Yemen, Haití, Madagascar, Mauritania y Chad. En América Latina es el peor calificado.
Esto se ve reflejado en la capacidad de competir. De acuerdo a datos revelados por Fundesa, Guatemala ocupa el puesto 98 de 140 en el Índice de Competitividad.
El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) en los últimos 12 años ha contado con presupuestos que pasan de los Q76 mil 435 millones, de los cuales, solo el gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024) dispuso de Q33 mil 106 millones, el 43% del total, de acuerdo con el monto de los presupuestos vigentes registrados en el Sistema de Contabilidad Integrada gubernamental (SICOIN).
El de Jimmy Morales (2016-2020) contó con Q19 mil 276 millones, mientras que el CIV en los tiempos de Otto Pérez Molina (2012-2016) dispuso de Q24 mil 53 millones.
75% PARA CARRETERAS
Dentro de su presupuesto el CIV tiene a su cargo otras unidades ejecutoras —no relacionadas a las carreteras—, a las cuales destina recursos, como las direcciones generales de Aeronáutica Civil, Correos, de Transporte, de Telecomunicaciones o el Insivumeh; sin embargo, la mayoría de sus recursos tiene que ver con la infraestructura.
En los 12 años de los últimos tres gobiernos, de los presupuestos asignados al CIV el 75% fue para carreteras.
Del total, Q57 mil 364 millones se destinaron para el programa Desarrollo de la infraestructura vial y otros Q7 mil 401 millones para el de Construcción de obra pública, fondos ejecutados por la Dirección General de Caminos, el Fondo Social de Solidaridad y la Unidad Ejecutora de Conservación Vial.
BENAVIDES: POCOS RECURSOS, NULA PLANIFICACIÓN
Jorge Benavides, investigador de Fundesa y Director Ejecutivo del Consejo Privado de Competitividad (CPC), expuso que, en general, los recursos destinados para el mantenimiento de carreteras son pocos y son utilizados, básicamente, para emergencias.
Puso como ejemplo que Covial en los últimos años ha invertido más o menos Q2 mil millones anuales, mientras que para la red vial existente se necesitarían alrededor de Q8 mil millones. «Por eso, hay una parte de la red vial que no se atiende todos los años, y al no dársele mantenimiento, lo correctivo sale hasta siete veces más caro», y cuando toca reconstruir un tramo es hasta 20 veces, afirmó Benavides.
Además, ha sido un mal endémico que los pocos recursos que se destinan para tal fin se invierten sin planificación y sin ningún criterio técnico que decida las carreteras que se deben priorizar. «No tenemos un sistema de planificación del mantenimiento y los tramos se atienden solo porque se recibe una orden», dijo.
«El chiste de hacer una carretera no es solo construirla, eso es lo más fácil. El chiste es darle mantenimiento», y la única forma con que esto se financia es con el impuesto a los derivados del petróleo lo que, a su juicio, no está acorde al crecimiento de la red vial.
«Tenemos las carreteras que hemos estado dispuestos a pagar» y «aunque hay una percepción de que hay suficientes recursos, no es cierto y se necesitan más», precisó Benavides. No obstante, expuso que una parte del mal estado de las rutas se debe a la deficiente capacidad de supervisión que tiene el CIV.
«Yo no puedo subcontratar la supervisión, yo debería ir a las carreteras y verificar que están cumpliendo los parámetros bajo las que se construyeron y eso no se hace», aseveró.
FAJARDO: PROBLEMÁTICA SEVERA
Por aparte, Héctor Fajardo, director general de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca), calificó la situación actual de las carreteras de «preocupante y severa» y señaló que al inicio del invierno no había contratos para el mantenimiento de las rutas lo cual está causando serios inconvenientes al comercio.
Al tratar de explicar el mal endémico del CIV en cuando al abordaje que se le da a la red vial, explicó que, a su consideración, en la cartera «ha habido un tremendo desorden» y que, si bien, los recursos quizás no sean suficientes «también ha habido mucha corrupción».
«Este país tiene muchas necesidades, pero debe haber carreteras en buen estado, entonces se les debe dar mantenimiento y eso no ha sucedido», subrayó.
PROYECTOS FALLIDOS
En ese tiempo se han intentado desarrollar varios proyectos que han costado millones al erario pero que no han llegado a buen puerto.
Uno de los ejemplos más claros, quizás, es el de la ampliación a cuatro carriles de la carretera al Pacífico o CA2 Occidente, proyecto adjudicado a Odebrecht por más de Q3 mil millones y que, supuestamente incluía la ampliación y también la construcción de libramientos por Cocales, Mazatenango y Cuyotenango.
La compañía de capital brasileño estuvo involucrada en múltiples casos de corrupción en toda América Latina. Guatemala no fue la excepción, al poco tiempo el Ministerio Público (MP) reveló una maraña de corrupción.
A 11 años de que se iniciaron los trabajos solo le quedaron parches de cuatro carriles en algunos tramos, una infraestructura a medias de lo que sería un libramiento en Cocales y escasos resultados en las investigaciones de la Fiscalía, mientras que los desembolsos superaron los Q1 mil 600 millones.
Otro proyecto multimillonario que llegó a los tribunales es el del Libramiento de Chimaltenango, calificada como «mega obra» por el expresidente Jimmy Morales. A un costo cercano de Q542.8 millones, transitar por la ruta es un riesgo debido a los constantes derrumbes que ocurren en un tramo de la carretera, según expertos, porque el diseño de los taludes no es el mejor y porque hicieron falta otros estudios de suelo o lo que se hicieron no detectaron problemas en el suelo.
En el caso está señalado el exministro de Comunicaciones José Luis Benito y dos decenas de personas más, pero a la fecha no han ninguna sentencia.
Fuente: lahora.gt