Genix Saboya, uno de los sicarios detenidos por la Policía Nacional del Perú, confesó que mató al líder indígena Quinto Inuma por encargo de Segundo Villalobos Guevara, persona vinculada a la tala ilegal.
El talador ilegal pagó mil soles, aproximadamente 270 dólares, por el crimen del defensor indígena que se produjo un día antes del inicio de un operativo fiscal contra sembríos ilegales de coca y una pista de aterrizaje clandestina.
Es importante mencionar que la organización indígena nacional Aidesep y su base regional Codepisam en San Martín, responsabilizaron al Estado peruano por el asesinato del líder indígena kichwa y defensor ambiental, Quinto Inuma Alvarado.
Oportunamente condenaron la inoperancia del Estado para proteger a un defensor que había tocado “todas las puertas posibles” ante amenazas por su lucha a favor de la titulación de su comunidad y contra actividades ilegales.
El Estado no fue “capaz de atender la seguridad de una vida, sus esperanzas y sueños, y la integridad de una familia y la cohesión colectiva de una comunidad que lucha por años por sus bosques”, indicó Codepisam.
Quinto Inuma luchaba desde hace años por la titulación de su comunidad Santa Rosillo de Yanayacu, ubicada en la zona del Bajo Huallaga, en el distrito de Huimbayoc, provincia y región de San Martín.
En su camino, tuvo que enfrentarse con operadores de actividades ilegales que llegaron a su comunidad promoviendo la titulación individual del territorio para beneficio personal y de la tala ilegal y narcotráfico.
Por ello, recibió amenazas de muerte que finalmente se materializaron el 29 de noviembre, cuando personas desconocidas le dispararon con armas de fuego, acabando con su vida de cuatro disparos.
Fuentes: servindi.org