En diciembre pasado, antes de la Noche Buena, como en tiempos de Herodes Antipas, 160 niños del grupo religioso Lev Tahor fueron sustraídos y encerrados fuera de su comunidad por el Estado de Guatemala y el Estado de Israel. El argumento: "Supuestos delitos sexuales cometidos en dicha comunidad".
Dos meses después, no existen avances en las investigaciones sobre supuestos judíos ortodoxos abusadores, mucho menos detenciones de los supuestos responsables. Lo que sí: los niños judíos no sólo están detenidos lejos de sus familiares, sino que el Estado está distribuyendo a los menores a personas extrañas y extranjeras incluso como si dichos menores no tuviesen padres. Los padres judíos de dichos menores, desde las calles realizan una resistencia tenaz continuo jamás antes visto en Guatemala. Conversamos al respecto con el Rabino Udiel Goldman
