La organización defensora de DD. HH. pide a los gobiernos suramericanos evitar la catástrofe climática por la ola de incendios forestales en sus territorios.
La organización Amnistía Internacional (AI), reconocida internacionalmente por su defensa de los derechos humanos DD. HH., hizo un llamado a los gobiernos suramericanos evitar la catástrofe climática por la ola de incendios forestales.
El llamado fue dirigido a los presidentes Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú para dar una respuesta inmediata a los incendios que azotan la región desde hace dos meses.
“Las presidencias suramericanas deben, más que nunca, tomar medidas urgentes para evitar una catástrofe climática que podría tener consecuencias irreversibles para toda la humanidad”, precisa la carta enviada a los mandatarios.
Para la organización defensora de DD. HH. la crisis actual por incendios muestra el fracaso de las autoridades para implementar medidas estructurales, oportunas y eficaces para combatir la crisis climática.
Según cifras recopiladas por Amnistía, Brasil, lidera abrumadoramente el recuento con el 71,9 % del total de incendios forestales (concentrados en su mayoría en el estado de Mato Grosso), seguido de Bolivia con el 11,2 % donde se estima la pérdida de 4 millones de hectáreas.
En Colombia, las autoridades informaron que solo en el mes de septiembre se han perdido 19,439 hectáreas de bosque nativo y el país ha experimentado en este año varios cientos de incendios en 30 de sus 32 departamentos, el doble de 2023.
En Paraguay 318,604 hectáreas de cobertura forestal se han quemado solo en septiembre, con la región del Chaco como la más afectada, y siendo más de la mitad del área quemada perteneciente a la reserva de Cerro Chovoreca.
En Perú los incendios abarcan una extensión muy amplia de territorio con 22 departamentos de los 25 del país con incendios activos, y hasta la fecha han muerto por lo menos 18 personas.
Mientras en Ecuador se reportan varios cientos de incendios forestales desde el 24 de agosto hasta la fecha, con más de 34,800 hectáreas quemadas, en Argentina la cifra alcanza a 91,540 hectáreas.
Ante esta crisis, Amnistía recomendó a los Estados la eliminación gradual pero rápida y equitativa de los combustibles fósiles, la transformación del modelo actual de agricultura industrial y asegurar consecuencias legales al uso ilegítimo de la tierra.
Fuente: servindi.org
