"Los miras, son chicos tan delgados, tan pequeños, de 15 años. Ellos son los que deberían haber sido rescatados", declaró la comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia.
La comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, María Lvova-Belova, condecoró este lunes a dos escolares, Islam Jalílov, de 15 años, y Artiom Donskov, de 14 años, que ayudaron a evacuar a decenas de visitantes del Crocus City Hall durante el atentado terrorista perpetrado el viernes por la noche.
Se les concedieron certificados por “abnegación, valentía y coraje personal al ayudar a las víctimas”. “Me dijeron que fue muy aterrador. Saben, los miras, son chicos tan delgados, tan pequeños, de 15 años. Ellos son los que deberían haber sido rescatados”, afirmó Lvova-Belova a RT.
La comisionada para los Derechos del Niño en Rusia, María Lvova-Belova, premió a los jóvenes héroes Islam Jalílov y Artiom Donskov por salvar a personas en el Crocus City Hall dirigiéndolas hacia la salida más segura. pic.twitter.com/pFpPzz1CrF
— Sepa Más (@Sepa_mass) March 25, 2024
“Imagínese, una multitud de 100 personas. De alguna manera hay que reunirlos a todos y decirles: ‘Vámonos’. ¿Cómo haría todo esto?”, agregó la comisionada. Asimismo, relató que los adolescentes habían gritado a todo el pasillo diciendo a la gente, que intentaba huir del lugar, que se dirigía hacia un callejón sin salida, pero que ellos le llevarían por el camino indicado.
Lvova-Belova señaló que los dos adolescentes proceden de familias numerosas y que desde su infancia están acostumbrados a cuidar de los más pequeños.
“No me considero un héroe”
Islam Jalílov trabajaba como guardarropa en el Crocus City Hall, donde el 22 de marzo un grupo de hombres armados irrumpió en el lugar abriendo fuego contra los visitantes e incendió la sala de conciertos. Como conocía bien la distribución del edificio, el adolescente mostró compostura y empezó a dirigir a la gente hacia la salida más segura. A pesar del temor por los terroristas, Islam fue el último en salir del edificio para asegurarse de que nadie corría peligro.
“No me considero un héroe. Era parte de mi trabajo. […] Prefiero sacrificarme a que mueran 100 personas”, declaró el menor tras el atentado.
Por su parte, Artiom Donskov había aceptado un trabajo en Crocus City Hall con el fin de ahorrar para un regalo para su madre. En el momento del ataque, él se encontraba cerca de la puerta, pero se dio cuenta de que los visitantes se dirigían hacia un callejón sin salida, por lo que, junto con otros adolescentes, coordinó para sacar a la multitud por una salida de emergencia de manera segura.
Fuente: actualidad.rt.com