Por Noelia Carrazana
Luego de 15 días de protesta de comunidades organizadas de la Amazonia y de otros sectores sociales el gobierno suspendió el proyecto de construcción de la cárcel. La población de Napo se movilizo diariamente en las carreteras bloqueando las rutas nacionales, otros manifestantes ingresaron a la Gobernación de Napo, los niños realizaron una multitudinaria manifestación para mostrar su rechazo a este proyecto al que la población califica de muerte.
El 11 de diciembre el Pleno de la Asamblea Nacional aprobó una resolución que exhorta al presidente de la República, Daniel Noboa, y al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), encargado de las prisiones, a reconsiderar la construcción de una nueva cárcel de máxima seguridad en el cantón Archidona. Esta decisión llegó tras nueve días consecutivos de protestas lideradas por comunidades indígenas Kichwas, que consideran que el proyecto afecta sus derechos y pone en riesgo el equilibrio social, cultural y ambiental de la zona.
Las comunidades de Archidona han mantenido medidas de resistencia pacífica, como el cierre de vías principales, para exigir la suspensión del proyecto. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (CONFENIAE) apoyaron a la población realizando conferencias de prensa y denunciando las afectaciones que iba a generar esta construcción.
El líder y candidato a presidente por la CONAIE Leonidas Iza Salazar estuvo presente en los reclamos indicando que: Cuando los gobernantes de turno no escuchan al pueblo, es necesario que el pueblo no escuchado levante la voz.
El presidente Daniel Noboa en su campaña presidencial prometió instalar dos centros carcelarios en el país con un modelo inspirado en las prisiones construidas por el presidente salvadoreño Nayib Bukele.
La cárcel propuesta en Archidona es un proyecto que se suma a otras iniciativas impulsadas por el Gobierno en el marco de su plan nacional de seguridad.
Actualmente, ya está en construcción una cárcel de máxima seguridad “Encuentro” en Santa Elena, en la Costa ecuatoriana, anunciada en junio de este año como un modelo inspirado en el sistema penitenciario de los Estados Unidos.
Cuando el gobierno anunció la construcción de esa prisión, también hubo resistencia por parte de la comunidad Bajada de Chanduy. Las comunidades locales han argumentado que no fueron consultadas de manera previa, libre e informada, tal como lo exige la Constitución del Ecuador y el Convenio 169 de la OIT, un derecho fundamental que muchos gobiernos no tienen en cuenta.
Fuente: abyayalasoberana.org
