Los últimos años han estado marcados por el rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA), no obstante, su uso por parte de grandes empresas puede afectar de forma muy grave al medio ambiente. Con el fin de ocultar este impacto negativo, los gigantes tecnológicos recurren a diversos métodos, como la compra de créditos de carbono. El especialista en delitos informáticos Gustavo Saín señala que los problemas de regulación de estas empresas se deben a la situación política de EE.UU.
Fuente: actualidad.rt.com
