Explicaron que en virtud de que no se han concretado las condiciones para sustituir el uso del glifosato en la agricultura mexicana, debe prevalecer el interés de salvaguardar la seguridad agroalimentaria del país.
En este sentido, resaltó que se condiciona la abstención de otorgar autorizaciones y proceder a la revocación de registros sobre tres puntos sustanciales: mantener la producción agrícola, disminuir el posible impacto por la sustitución de la sustancia y contar con las alternativas, prácticas agroecológicas y saludables, que permitan prescindir completamente del glifosato, este último continúa en proceso.