La Asamblea Nacional de Cuba ha marcado un hito reciente al aprobar una nueva Ley de Salud que ha capturado la atención no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Esta legislación, considerada moderna y amplia por los diputados, aborda una temática sensible que impacta directamente en la vida y las decisiones personales: el derecho de los pacientes a decidir sobre sus tratamientos y, de manera notable, la forma en que desean enfrentar el inevitable final de sus vidas.
Un Cambio Significativo
El dolor y la pérdida son experiencias universales, y Rolando Fong y su esposa han enfrentado estas realidades de cerca en los últimos años. Para ellos, lo más difícil ha sido presenciar el deterioro y sufrimiento de sus seres queridos. Un testimonio doloroso, como el de Fong, resuena entre aquellos que han compartido el sufrimiento de ver a un ser querido luchar contra el deterioro mental y físico.
La aprobación de la nueva Ley de Salud, celebrada el pasado viernes por el Parlamento cubano, introduce un cambio significativo al ofrecer a las personas la posibilidad de expresar cómo desean enfrentar su propia muerte. En el debate parlamentario, médicos que también desempeñan funciones como diputados compartieron sus reflexiones, destacando la importancia de una legislación que refuerza los conceptos de salud y los derechos fundamentales de los pacientes, sus familias y los trabajadores de la salud.
Autodeterminación sin Etiquetas
Un aspecto destacado de esta ley es su evitación deliberada del término “eutanasia”. Los parlamentarios argumentan que han adoptado conceptos más modernos que van más allá de las etiquetas convencionales. El profesor Leonardo Pérez Gallardo, reconocido jurista y autor de documentos fundamentales en el país, respalda esta elección al afirmar que utilizar el término eutanasia limita la comprensión a un procedimiento estrictamente destinado a provocar la muerte. Pérez Gallardo señala que las personas pueden buscar cuidados paliativos en lugar de un procedimiento eutanásico, y la ley reconoce esta distinción.
El Derecho a una Muerte Digna
En el núcleo de esta legislación se encuentra la autodeterminación, permitiendo a los individuos no solo decidir cómo y cuándo desean morir, sino también tener control sobre los tratamientos médicos y las circunstancias que rodean sus últimos momentos frente a una situación agónica e inevitable. Más allá de la polémica sobre la eutanasia, la ley enfatiza el “derecho a una muerte digna”, un reconocimiento vital según Pérez Gallardo. Por primera vez, la sociedad cubana reconoce oficialmente este derecho, permitiendo que las personas determinen las pautas de su propio proceso de morir.
Desafíos y Próximos Pasos
Aunque la ley marca un avance significativo, el camino hacia la implementación completa no ha terminado. La definición de normas y procedimientos que regulen lo establecido requerirá la participación continua de la Asamblea Nacional y la aprobación de los diputados cubanos. A pesar de estos desafíos, la ley ya representa un paso crucial hacia la materialización de un derecho largamente reclamado por muchos cubanos: el derecho a que el dolor y el sufrimiento no sean una imposición en los momentos finales de la vida.
En conclusión, la nueva Ley de Salud en Cuba marca un hito en la protección de los derechos individuales y la autonomía en decisiones fundamentales sobre la propia vida y muerte. Este cambio legislativo refleja la evolución de la sociedad cubana hacia una comprensión más profunda y respetuosa de las necesidades y deseos de sus ciudadanos.
Fuente: RT