El papa Francisco recupera de manera paulatina su salud, mientras hoy mantiene su reposo y tratamiento en el Policlínico Gemelli, a la vez que de manera paulatina, y bajo supervisión médica, cumple algunas tareas.
De acuerdo con el último parte publicado por la oficina de prensa de la Santa Sede, las condiciones clínicas del Sumo Pontífice se mantienen estables, con una evolución positiva en la última semana.
Por otra parte, la terapia de oxígeno de alto flujo continúa, y se reduce progresivamente la necesidad de ventilación mecánica no invasiva durante la noche.
El Obispo de Roma muestra mejoras adicionales y graduales en su salud, pero aún requiere tratamiento médico hospitalario, con fisioterapia motora y respiratoria.
Este domingo el Vaticano dio a conocer un texto del Ángelus enviado por Francisco desde la habitación del piso 10 del mencionado hospital, donde fue ingresado el pasado 14 de febrero con una neumonía, escrito por él “mientras afronto un período de prueba, y me uno a tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles, en este momento, como yo”.
Se refirió en su mensaje a “¡cuánta luz brilla, en este sentido, en los hospitales y en los lugares de atención! ¡Cuánta atención amorosa ilumina las habitaciones, los pasillos, los consultorios, los lugares donde se prestan los servicios más humildes!”.
El Papa agradeció nuevamente a quienes le asisten “con tanta dedicación”, a la vez que señaló que “siente a su lado un pueblo que reza incesantemente por su salud, desde el más pequeño hasta el más grande, pues “sé que muchos niños rezan por mí, y algunos de ellos vinieron hoy aquí, al Gemelli, como muestra de cercanía”.
“Sigamos rezando por la paz, especialmente en los países heridos por la guerra”, expresó, y se refirió en particular a los conflictos en Ucrania, Medio Oriente, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo.
Francisco envió además, en horas de la tarde, a través del Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, un telegrama de condolencia por las víctimas en un incendio ocurrido en la madrugada de hoy en una discoteca de la localidad de Kocani, en Macedonia del Norte, donde murieron 59 personas y más de 150 resultaron heridas.
En ese mensaje, dirigido al monseñor Kiro Stojanov, obispo de Skopie, capital de esa nación, el Santo Padre pidió al mismo que “transmita a las familias de los fallecidos, en su mayoría jóvenes, la expresión de su más profunda condolencia, significando su cercanía espiritual a los heridos”.
Fuente: prensa-latina.cu
