«Si de verdad son partidarios de la libertad, permitamos que cada persona elija qué hacer con sus ahorros previsionales. La AFP no busca garantizar buenas pensiones, sino alimentar un sistema financiero que beneficia solo a unos pocos. Propongamos libertad total: que quien quiera, retire su dinero; que quien prefiera, lo destine a un sistema público. Veamos si la derecha está dispuesta a defender esta verdadera libertad.»
Nicolás Romero plantea una reflexión sobre la idea de libertad, señalando que tanto la derecha como la extrema derecha han apropiado el concepto, presentándolo bajo una óptica limitada. Argumenta que se tiende a reducir la libertad a una perspectiva individualista, cuando en realidad el individuo es el resultado de un proceso colectivo que incluye la comunidad, la nación y el país. «Cuando negamos los derechos de otros, nos negamos a nosotros mismos, aunque no siempre seamos conscientes de ello», sostiene.
En respuesta, Daniel Jadue profundiza sobre la complejidad filosófica de la libertad, distinguiendo entre dos enfoques principales: la libertad negativa y la positiva. Libertad negativa: «Es la ausencia de obstáculos o coacciones para hacer lo que uno desee. Para la derecha, esto se traduce en minimizar derechos sociales y laborales, impuestos o regulaciones que, según ellos, limitan la libertad individual. Sin embargo, esta visión favorece exclusivamente a quienes ya tienen recursos, perpetuando desigualdades», señala Jadue. Libertad positiva: «Esta tiene que ver con la capacidad de cada persona para desarrollar su potencial en un marco de autonomía plena. ¿Qué libertad real tienen los sectores populares que no logran llegar a fin de mes? No pueden acceder a una buena educación, salud de calidad o a un nivel de vida digno. Trabajar por un sueldo mínimo que no alcanza para lo básico no es libertad, sino una forma moderna de esclavitud.» Jadue recalca que la verdadera libertad comienza cuando se cubren las necesidades básicas, permitiendo a las personas dedicarse al arte, la filosofía, el ocio, y la cultura. También destaca las contradicciones de la derecha: «Defienden la libertad de mercado, pero no la libertad de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos o la de las parejas del mismo sexo para casarse. Promueven la libertad individual, pero imponen barreras en sus colegios para evitar la inclusión de estudiantes de sectores populares». Finalmente, plantea un desafío sobre los fondos de pensiones: «Si de verdad son partidarios de la libertad, permitamos que cada persona elija qué hacer con sus ahorros previsionales. La AFP no busca garantizar buenas pensiones, sino alimentar un sistema financiero que beneficia solo a unos pocos. Propongamos libertad total: que quien quiera, retire su dinero; que quien prefiera, lo destine a un sistema público. Veamos si la derecha está dispuesta a defender esta verdadera libertad.»
Fuente: revistadefrente.cl
