Radio Victoria

“La comuna es una alternativa no solo económica, sino civilizatoria, que nos lleva hacia un mundo más ecológico, igualitario y con una distribución de la riqueza más justa, donde se pueda construir una economía para la vida”. Así lo aseguró el sociólogo descolonial puertorriqueño Ramón Grosfoguel.

Sociólogo Ramón Grosfoguel: La comuna es la alternativa para movernos a un mundo otro

En este contexto, para Grosfoguel la comuna es el camino necesario para dejar atrás no solo el sistema capitalista, sino también las formas de autoridad política heredadas desde la colonia.

“El horizonte socialista comunitario de la Revolución Bolivariana, conocido como ‘Comuna o nada’ del comandante Hugo Chávez, no solo representa una alternativa a la sociedad de dominación, explotación, desigualdad e injusticia como el capitalismo (sistema mundial de muerte) y la modernidad occidental (civilización destructiva de la vida), sino también un elemento crucial para la defensa de la nación. En caso de una agresión imperial, el poder comunal del pueblo venezolano es esencial para generar los alimentos, la defensa y la autogestión política del pueblo, necesarios para defenderse de un ataque”, dijo.

En tal sentido, el maestro descolonial refirió a Vietnam, un país que logró resistir durante años al embate imperialista gracias a su organización comunal de producción.

Al respecto, llamó a las fuerzas armadas bolivarianas y al Ministerio de la Defensa a colaborar en el fortalecimiento del poder y la producción comunal. “El Ejército bolivariano es un bastión en la defensa de la nación, y las milicias populares junto con la economía comunal se convertirán en el fundamento y sostén frente a una escalada de la agresión imperial”, afirmó Ramón Grosfoguel.

Ramón Grosfoguel enfatizó que la solidaridad debe construirse a partir del poder comunitario, donde la comunidad se convierte en el núcleo que fortalece la conexión entre los venezolanos. Este sentido de trabajar para el colectivo y romper con el egoísmo de la sociedad capitalista moderna es fundamental para la construcción de una nueva sociedad.

Por eso, insistió Grosfoguel, el poder comunal tiene un rol fundamental en la seguridad y defensa de la nación frente a cualquier agresión imperialista.

La comuna como proyecto civilizatorio

Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, el puertorriqueño Ramón Grosfoguel sostuvo que no puede haber paz sin terminar con la lógica fratricida de la competencia en el mercado, inherente al sistema capitalista.

“Lo que se propone con el poder comunal es crear comunidad y lazos solidarios entre los pueblos. El objetivo no es el beneficio propio, sino el beneficio colectivo, donde cada persona aporta para el bienestar de todos. En este sistema, las lógicas de competitividad se eliminan y se promueve un cuerpo de armonía, permitiendo que cada individuo contribuya desde sus capacidades y posibilidades al colectivo. Esto genera una lógica muy distinta”, explicó.

Argumentó que este enfoque no solo genera solidaridad entre los miembros de la comunidad, sino que también promueve una economía para la vida, fundamentada en la preservación ecológica, a diferencia de los procesos de producción capitalistas industriales que destruyen la naturaleza no humana de manera acelerada.

“En los procesos comunales, hay un esfuerzo y una conciencia de reproducción colectiva de la vida, tanto en términos solidarios con otros seres humanos como en relación con la naturaleza no humana. Es decir: una conciencia ecológica, que es fundamental para el proceso comunitario”, expresó.

Ramón Grosfoguel enfatizó que la comuna es un mecanismo de producción y reproducción de la vida, constituyendo el fundamento de un nuevo proyecto civilizatorio.

“La comuna es estratégica, desde muchos puntos de vista. La comuna es un espacio de seguridad, frente a una agresión imperialista, y es el fundamento de un nuevo proyecto civilizatorio, porque la comuna es el núcleo del nuevo tipo de sociedad. Fíjate en todas las dimensiones que están envueltas en el proyecto comunal: como proyecto que resuelve muchos de los problemas que la humanidad confronta, como horizonte hacia una nueva civilización, hacia un nuevo proyecto de vida, hacia la reproducción de la vida, y también como un proyecto socialista comunitario que supere las lógicas destructivas, competitivas y de guerra del sistema capitalista”, manifestó el investigador descolonial.

Revolución cultural

Ramón Grosfoguel señaló la necesidad de una revolución cultural para acompañar el proceso de transformación comunal. Este cambio implica la creación de valores y formas distintas de relacionarnos con otros seres humanos y con la naturaleza no humana de una manera pacífica y amorosa.

“Esto requiere una transformación en la subjetividad y un trabajo ideológico y cultural, así como una transformación de nuestros hábitos, actitudes y valores heredados de la vieja sociedad. Por eso siempre he insistido en que el Ministerio de Cultura debe priorizar la generación de la nueva subjetividad comunera. Es decir: el Ministerio de Cultura debe enfocarse en el horizonte civilizatorio y utópico de la Revolución Bolivariana, conocido como ‘Comuna o nada’. Además, este ministerio debe proveer insumos ideológicos de valores y actitudes distintos que contribuyan a la creación del ser humano nuevo; es decir: que fomenten la subjetividad comunera que requiere el proyecto de la Revolución Bolivariana. No solo necesitamos estructuras comuneras y comunales, sino que también necesitamos que los comuneros transformen su subjetividad, valores e ideología, para que el proyecto pueda llegar a buen puerto”, apuntó.

El maestro descolonial advirtió sobre la contradicción que puede surgir si las estructuras comunales no están acompañadas por un cambio en las mentalidades, actitudes y valores de los comuneros.

“Si creamos comunas para que los individuos se comporten según su beneficio propio y no el colectivo, se produce un cortocircuito entre la estructura comunal y la subjetividad de los comuneros. Ambas cosas deben estar en armonía. Esto requiere no solo un cambio estructural que priorice y centre la transformación comunal de Venezuela, sino también un cambio en los valores, la subjetividad y la ideología. Para que el proceso comunal pueda producirse y reproducirse sin impedimentos, es esencial que los comuneros evolucionen hacia una subjetividad comunitaria. Es por eso que el sistema educativo y los ministerios que gestionan la producción de conocimiento y valores, como el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura, deben centrarse en fomentar los valores y concepciones necesarios para la vida en comunidad. La revolución cultural es central y prioritaria para la Revolución Bolivariana, especialmente en tiempos de crisis y agresiones imperialistas. La subjetividad comunera, sintonizada con las transformaciones necesarias, es lo que sostendrá al país, asegurando que los individuos piensen siempre en el beneficio colectivo, y no en el propio”, alegó.

En este contexto, para Grosfoguel la comuna es el camino necesario para dejar atrás no solo el sistema capitalista, sino también las formas de autoridad política heredadas desde la colonia.

“El horizonte socialista comunitario de la Revolución Bolivariana, conocido como ‘Comuna o nada’ del comandante Hugo Chávez, no solo representa una alternativa a la sociedad de dominación, explotación, desigualdad e injusticia como el capitalismo (sistema mundial de muerte) y la modernidad occidental (civilización destructiva de la vida), sino también un elemento crucial para la defensa de la nación. En caso de una agresión imperial, el poder comunal del pueblo venezolano es esencial para generar los alimentos, la defensa y la autogestión política del pueblo, necesarios para defenderse de un ataque”, dijo.

En tal sentido, el maestro descolonial refirió a Vietnam, un país que logró resistir durante años al embate imperialista gracias a su organización comunal de producción.

Al respecto, llamó a las fuerzas armadas bolivarianas y al Ministerio de la Defensa a colaborar en el fortalecimiento del poder y la producción comunal. “El Ejército bolivariano es un bastión en la defensa de la nación, y las milicias populares junto con la economía comunal se convertirán en el fundamento y sostén frente a una escalada de la agresión imperial”, afirmó Ramón Grosfoguel.

Ramón Grosfoguel enfatizó que la solidaridad debe construirse a partir del poder comunitario, donde la comunidad se convierte en el núcleo que fortalece la conexión entre los venezolanos. Este sentido de trabajar para el colectivo y romper con el egoísmo de la sociedad capitalista moderna es fundamental para la construcción de una nueva sociedad.

Por eso, insistió Grosfoguel, el poder comunal tiene un rol fundamental en la seguridad y defensa de la nación frente a cualquier agresión imperialista.

La comuna como proyecto civilizatorio

Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, el puertorriqueño Ramón Grosfoguel sostuvo que no puede haber paz sin terminar con la lógica fratricida de la competencia en el mercado, inherente al sistema capitalista.

“Lo que se propone con el poder comunal es crear comunidad y lazos solidarios entre los pueblos. El objetivo no es el beneficio propio, sino el beneficio colectivo, donde cada persona aporta para el bienestar de todos. En este sistema, las lógicas de competitividad se eliminan y se promueve un cuerpo de armonía, permitiendo que cada individuo contribuya desde sus capacidades y posibilidades al colectivo. Esto genera una lógica muy distinta”, explicó.

Argumentó que este enfoque no solo genera solidaridad entre los miembros de la comunidad, sino que también promueve una economía para la vida, fundamentada en la preservación ecológica, a diferencia de los procesos de producción capitalistas industriales que destruyen la naturaleza no humana de manera acelerada.

“En los procesos comunales, hay un esfuerzo y una conciencia de reproducción colectiva de la vida, tanto en términos solidarios con otros seres humanos como en relación con la naturaleza no humana. Es decir: una conciencia ecológica, que es fundamental para el proceso comunitario”, expresó.

Ramón Grosfoguel enfatizó que la comuna es un mecanismo de producción y reproducción de la vida, constituyendo el fundamento de un nuevo proyecto civilizatorio.

“La comuna es estratégica, desde muchos puntos de vista. La comuna es un espacio de seguridad, frente a una agresión imperialista, y es el fundamento de un nuevo proyecto civilizatorio, porque la comuna es el núcleo del nuevo tipo de sociedad. Fíjate en todas las dimensiones que están envueltas en el proyecto comunal: como proyecto que resuelve muchos de los problemas que la humanidad confronta, como horizonte hacia una nueva civilización, hacia un nuevo proyecto de vida, hacia la reproducción de la vida, y también como un proyecto socialista comunitario que supere las lógicas destructivas, competitivas y de guerra del sistema capitalista”, manifestó el investigador descolonial.

Revolución cultural

Ramón Grosfoguel señaló la necesidad de una revolución cultural para acompañar el proceso de transformación comunal. Este cambio implica la creación de valores y formas distintas de relacionarnos con otros seres humanos y con la naturaleza no humana de una manera pacífica y amorosa.

“Esto requiere una transformación en la subjetividad y un trabajo ideológico y cultural, así como una transformación de nuestros hábitos, actitudes y valores heredados de la vieja sociedad. Por eso siempre he insistido en que el Ministerio de Cultura debe priorizar la generación de la nueva subjetividad comunera. Es decir: el Ministerio de Cultura debe enfocarse en el horizonte civilizatorio y utópico de la Revolución Bolivariana, conocido como ‘Comuna o nada’. Además, este ministerio debe proveer insumos ideológicos de valores y actitudes distintos que contribuyan a la creación del ser humano nuevo; es decir: que fomenten la subjetividad comunera que requiere el proyecto de la Revolución Bolivariana. No solo necesitamos estructuras comuneras y comunales, sino que también necesitamos que los comuneros transformen su subjetividad, valores e ideología, para que el proyecto pueda llegar a buen puerto”, apuntó.

El maestro descolonial advirtió sobre la contradicción que puede surgir si las estructuras comunales no están acompañadas por un cambio en las mentalidades, actitudes y valores de los comuneros.

La comuna como alternativa descolonizadora

Grosfoguel señaló, además, que la comuna también ofrece una opción descolonizadora a la forma de autoridad política del Estado moderno heredado.

“En lugar de una autoridad que manda sin obedecer a la comunidad, la comuna propone un poder obediencial, que responde a las necesidades y deseos de la comunidad. Es decir: la comuna también representa una alternativa en términos de una forma de autoridad política que supere al Estado moderno, el cual siempre ha sido un problema para los pueblos”, planteó.

La guerra mediática y la necesidad de una subjetividad comunera

El sociólogo descolonial puertorriqueño Grosfoguel destacó la contradicción inherente presente en el intento de realizar proyectos de transformación de izquierda utilizando epistemologías de derecha.

“No se puede hacer revolución sin tener conciencia que las tecnologías no son neutrales, y sin hacer un trabajo eficaz en los medios sociales para contrarrestar todas las mentiras que difunden continuamente los medios de desinformación masiva del imperio. Necesitamos trabajadores de los medios sociales que realicen la guerra mediática contra el imperio; es decir: que difundan la información antiimperialista que requiere este momento histórico. También necesitamos una transformación en la forma de producir conocimiento. Si seguimos con los esquemas eurocéntricos, importando teorías que no tienen que ver con nuestra cultura ni nuestra realidad, habrá una contradicción insalvable entre nuestra mentalidad y las transformaciones que requiere el proceso”, aseveró.

Reiteró que la revolución cultural y la generación de una conciencia comunera son fundamentales para lograr una subjetividad que se ajuste armoniosamente a la transformación estructural comunal. “Siempre he visto que la relación entre la subjetividad de los seres humanos y el cambio estructural debe ser armónica. De lo contrario, se estanca el proceso y se retrocede en lugar de avanzar”, dijo.

América Latina ante la decadencia del imperialismo

Ramón Grosfoguel advirtió que el imperialismo se encuentra en una fase de decadencia, después de haber perdido mercados en África y Asia frente a China, así como las guerras en el Medio Oriente. Ahora, alertó el sociólogo descolonial, el imperialismo estadounidense busca consolidarse en América Latina, un continente rico en recursos naturales y objetivo para sus intereses.

“El imperialismo se juega su vida como imperio en América Latina. Es un continente muy rico en recursos naturales y un enorme mercado. Estados Unidos, con la doctrina Monroe: ‘América para los americanos’, una doctrina que lleva más de 200 años, está haciendo una nueva escalada para sacar a China del mercado latinoamericano. Todo imperio necesita una periferia y, habiendo perdido las periferias en Asia, África y Medio Oriente, lo único que le queda al imperio ahora es América Latina. Desde hace varios años, he estado advirtiendo sobre una escalada imperial que se avecina contra toda América Latina, especialmente contra Venezuela, ya que probablemente es el país más rico en recursos naturales de todo el continente”, acentúo.

Invitó al pueblo venezolano a mantenerse unido y buscar soluciones pacíficas dentro de sus instituciones, evitando caer en las provocaciones de la oposición violenta.

“Creo que el pueblo venezolano, siendo un pueblo sabio, sabe que el único camino es trabajar dentro de las instituciones venezolanas para resolver los problemas a través del diálogo entre venezolanos. No debemos permitirnos ser provocados por una oposición violenta que trabaja para el imperio y que busca generar situaciones de violencia”, comentó.

El investigador descolonial aseguró que la solidaridad con Venezuela es esencial para todos los latinoamericanos. “Siempre digo donde quiera que me encuentre que la solidaridad con Venezuela es un deber de todos los latinoamericanos porque allí se juega el futuro de América Latina”, expresó.

Respetar la voluntad popular es un acto de soberanía

En este contexto, Ramón Grosfoguel destacó que la reelección democrática del presidente Nicolás Maduro Moros el pasado 28 de julio de 2024 es un acto de soberanía que no agrada al imperio, ya que prefiere líderes que trabajen para sus intereses. La reelección de Maduro representa un futuro soberano y pacífico para Venezuela y América Latina.

Grosfoguel advirtió que Estados Unidos intenta no reconocer los resultados electorales a través de fake news y mentiras, buscando generar una opinión pública internacional favorable a una agresión a Venezuela. Estas tácticas buscan crear inestabilidad y temor en el país.

“Los relatos mentirosos han estado circulando durante seis meses después de las elecciones, y ahora están anunciando, como siempre, que algo va a suceder el 10 de enero. Todo esto es para crear inestabilidad y temor, haciendo que la gente en Venezuela se sienta con miedo. Creo que es un momento de paz, y el pueblo venezolano debe entender que estas amenazas son parte de las fake news para generar una psicología de miedo e inestabilidad en el país. El pueblo venezolano, que ya ha visto este tipo de estrategias muchas veces, es sabio y no se dejará llevar por estas mentiras. Lo que realmente sucederá el 10 de enero es que Nicolás Maduro Moros será juramentado nuevamente como presidente electo democráticamente en Venezuela, y la verdad del triunfo electoral de Nicolás Maduro y el Gobierno Bolivariano se materializará. Esto es motivo de celebración”, expuso.

Redacción: José Tomedes Gutiérrez

 

Fuente: comunas.gob.ve

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