En el Continente de Abya Yala, Guatemala es el único país donde se ha conocido y sancionado con cárcel el delito de genocidio cometido por el ex dictador Efrain Ríos Montt contra la población originaria maya, durante la guerra interna (1960-1996).
Pero, también Guatemala es el único país en el Continente que frente a la violenta ocupación del territorio palestino por parte del Estado de Israel tomó la partida de éste. Al grado de trasladar su Embajada de Telavit a la ciudad Jerusalén (territorio palestino). La cooperación o solidaridad del Estado de Israel con el Estado de Guatemala se centra en armas y estrategia militar. Se asume que con armamento de origen israelí se ejecutó el genocidio en Guatemala.
La ocupación violenta del territorio palestino por parte del Estado sionista no es del presente año. Comenzó en 1948. Esa ocupación y exterminio lento y silencioso de palestinos tomó notoriedad mediática en los últimos años, hasta convertirse en un genocidio u holocausto en las últimas semanas.
Diferentes países del Continente expresaron su llamado al diálogo entre Israel y Palestina. Otros condenaron públicamente la violencia de Israel. Algunos llamaron a sus embajadores a consulta. Países como Bolivia, con población mayoritaria indígena, rompieron reacciones diplomáticas con Israel en solidaridad con el pueblo palestino masacrado. Pero, ¿Guatemala?
Guatemala supuestamente vive la ante sala de su nueva “primavera de revoluciones con varas, no con armas”. Pero, en este país “revolucionario” ni los sobrevivientes al último genocidio en el Continente (ahora, en pie de lucha por la democracia patronal), ni el revolucionario presidente electo, dijeron una palabra o una letra sobre el genocidio/holocausto que sufre el pueblo palestino en vivo y en directo. ¿Por qué? ¿Déficit de solidaridad como pueblos? ¿Manipulación geopolítica?
