Durante encuentro analizaron derechos de pueblos indígenas en el uso de las plantas sagradas en la medicina tradicional.
La Sala de Asuntos Indígenas (SAI) del Poder Judicial del Estado de México llevó a cabo la Mesa de Trabajo sobre la defensa de los derechos de los pueblos indígenas en el uso de las plantas sagradas en la medicina tradicional.
Este encuentro que tenía por fin fomentar un diálogo intercultural reunió a médicos tradicionales de Brasil, Colombia, México y Perú.
En el encuentro se conoció el uso ceremonial y terapéuticos de algunas plantas medicinales de grupos mazahuas, otomíes, huicholes, kamëntsá, putumayos, entre otros, detalló Oscar Glenn.
Los temas abordados fueron “Protección de la biocultura y uso de la ayahuasca como medicina integrativa en Perú”, “Avances y retos en la protección de los derechos de los pueblos indígenas en el uso de yage/ayahuasca en Colombia”.
Así como el “El uso ceremonial de plantas sagradas y enteógenos naturales en la salud comunitaria” y “Contexto legal y regulación en el uso de plantas sagradas”.
Óscar López (Lobo Blanco), médico tradicional y director de Momopochtia, resaltó la necesidad que los pueblos indígenas ejerzan sus cultos con libertad sin sometimiento económico y religioso, para seguir desarrollando investigación en la medicina.
Walter López López, presidente de la Asociación Shipibo Konibo de Perú, compartió su intención de llevar la medicina tradicional a otro nivel para demostrar que no es alternativa, sino integrativa.
Del encuentro también participaron Armando Loizaga, Director del Instituto de Medicina Intercultural Nierika; Crispin Chindoy Pueblo, Kamëntsá, Putumayo de Colombia; Haiwiya Sabino Mijares y Felipe Serio Chino, Pueblo Wixárika – Huichol de Jalisco y Durango.
Así como Caín Chaqueco, Médico tradicional Tlahuica (Chalmita); José Luis Arredondo Díaz, Médico tradicional Nahua; Jovita Prado, Médica tradicional Otomí; Estela Flores Ramírez, Médica tradicional Mazahua; Yectli Tonatiuh López, Médico tradicional Otomí; Jesús Alonso Olamendi, Abogado defensor, Fundación ICEERS.
Fuente: servindi.org