Las redes sociales pueden reproducir potencialmente espacios y relaciones de poder imperantes en la sociedad, resultando excluyentes y limitantes para la libertad de expresión.
En esto último los algoritmos de las grandes redes sociales desempeñan roles en los que se les acusa censura, manipulación de la información, recopilación de datos, entre otros que pueden afectar la libertad de prensa como de asociación, manipulando a los usuarios.
Ante ello las redes sociales alternativas podrían jugar un contrapeso. Una de estas es Milpamérica, una red social que busca hacer visible los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes.
No solo existe preocupación por quienes dirigen las grandes redes sino por las narrativas que en estas proliferan.
Por eso Milpamérica se autodefine como una plataforma digital alternativa enfocada en crear narrativas y expectativas en defensa del territorio, la vida y acción climática.
“Los algoritmos nos dejan fuera. No estamos en la conversación sobre cambio climático o medio ambiente, no estamos”, sostiene la activista maya quiché Andrea Ixchíu.
“Y las redes sociales como X o Instagram se han llenado de mensajes de odio”, explicó la joven guatemalteca exiliada en México, en una declaración para el medio El País.
Nuevos futuros
El ascenso de Donald Trump –negacionista climático–, ahora acompañado en su gestión por Elon Musk, propietario de X (antes Twitter) y conocido por imponer sus propias visiones a sus emprendimientos, han motivado respuestas como Milpamérica.
Por ello la iniciativa nace de la necesidad de crear una red social cuya conversación gire en torno a la crisis climática y destaque las voces de los defensores que cuidan los territorios en Mesoamérica.
Esta plataforma autónoma y de código abierto, busca y anima conexiones entre defensores del territorio y quienes luchan por la justicia climática, la madre tierra, las comunidades en resistencia, diásporas y disidencias.
Asimismo, intercambia saberes entre pueblos –en la era digital– e insiste en las soluciones a la crisis climática, las cuales no se encuentran en los gobiernos ni las corporaciones.
Soluciones vivas
“Somos soluciones vivas a la crisis climática”, señalan en su declaración, donde convocan “a los pueblos en resistencia, personas de todas las diversidades, al movimiento por la justicia climática y a otros territorios para quebrar las desigualdades estructurales”.
Milpamérica.org se lanzó en el marco de la Cop 29 (de Azerbaiyán), en noviembre.
Mientras “los pueblos y las comunidades, con su labor y trabajo cotidiano, están generando soluciones concretas y cuidando la tierra, pero sus voces y firmas de vida no son respetadas ni tomadas en cuenta en las Cop”, enfatizó Ixchíu, parte de Hackeo Cultural, impulsor de la plataforma.
Gobernanza de la plataforma
Vale destacar que hay también un aspecto distintivo y no menor en esta red. “Lo innovador es el modelo de gobernanza basado en asambleas. Es totalmente auditable por un equipo horizontal”, explicó Andrea Ixchíu.
Milpamérica.org nos invita a otra forma de resistencia, la del algoritmo, y a potenciar el activismo indígena a través del uso de medios y redes emergentes desde la propia cosmovisión indígena.
Fuente: servindi.org