Naciones Unidas eleva llamado para continuar investigando asesinato de reconocido líder indígena bribri, Sergio Rojas, a cinco años del hecho y cuando la investigación ha sido archivada.
Un llamado a no dejar impune el asesinato del líder indígena, Sergio Rojas Ortiz, hizo Naciones Unidas a Costa Rica a cinco años del crimen y cuando la investigación ha sido archivada recientemente.
La ONU consideró “relevante y urgente” activar los mecanismos legales para que las indagaciones sigan con prontitud y evitar la impunidad en el asesinato del líder indígena más destacado de la historia reciente del país.
Como indígena bribri del clan Uniwak, Rojas luchó por recuperar tierras ancestrales hasta que fue asesinado el 18 de marzo de 2019, de múltiples disparos en su vivienda en Yeri, en el territorio de Salitre.
A cinco años de su asesinato, que se produjo pese a contar con medidas de protección, no se ha logrado llevar ante la justicia a las personas responsables y lograr una condena, lamentó la ONU en un comunicado.
Peor aún, en enero pasado, un juzgado dictó un sobreseimiento por falta de pruebas a dos hombres que figuraban como sospechosos, determinando el archivo definitivo del caso por el crimen contra Rojas.
En ese sentido, Naciones Unidas recordó el llamado que hicieron expertos del Consejo de Derechos Humanos en el que urgieron a las autoridades costarricenses a identificar a los autores y llevarlos ante la justicia.
Además, recordaron a Costa Rica la necesidad de “establecer un mecanismo efectivo y culturalmente relevante para la protección de las personas defensoras de los derechos humanos”.
Así como “profundizar la restitución de tierras a los pueblos indígenas, y con ello evitar la tensión social en los distintos territorios”.
Desde Costa Rica, indígenas conmemoraron este quinto aniversario de la muerte de Rojas como una oportunidad para recordar su legado.
“Seguiremos lamentando su muerte, pero a la vez seguiremos aprendiendo y nutriéndonos de su valor ilimitado”, expresaron desde el Programa Kiosko Ambientales de la Universidad de Costa Rica y el proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas”.
Fuente: servindi.org
