Sirk’a marca se encuentra a 150 Km hacia el sur de la ciudad de Huamanga, a 3,500 msnm. En la Provincia Víctor Fajardo. La comunidad está integrada por un promedio de 400 familias quechuas.
Hasta hace 7 años atrás, sus habitantes sobrevivían de la crianza familiar de ovejas, algunas llamas, producción de tubérculos andinos, maíz, quinua, etc. Pero, en 2017, las “encantadas” aguas turquesas que estuvieron siempre en medio del pastizal de 42 mil has, los convirtió, de un momento a otro, en una de las envidiables comunidades quechuas empresariales más prominentes de Ayacucho de los últimos tiempos.
Sí, aunque Ud. no lo crea, “las misteriosas y temidas aguas turquesas del río Milp’u que siempre estuvieron allí, con su espectacular belleza celestial, fueron descubiertas y puestas en páginas de Facebook como lugar de “atracción turística” por estudiantes de la Universidad de Huamanga quienes supieron al lugar vacacionar”
“Yo nací aquí. De niña pastaba las ovejas aquí en las cercanías del río. Nunca ingresamos a esta parte del río porque estaba cubierta de bosque. Nuestros padres nos prohibían. Decían que ese lugar del río, las cataratas y las pozas de color estaban habitadas por sirenas…” Teníamos mucho miedo, indica Martha en quechua, quien, ahora, trabaja en la empresa comunitaria de turismo como seguridad con un jornal de $.40.00 (10 dólares)
Henry, de 30 años de edad, quien traslada cerca de 30 vacas lanudas por el lugar, en quechua nos cuenta:
“Aquí, casi toda la comunidad nos hemos beneficiado por el descubrimiento de las aguas turquesas. Antes sólo vivíamos de la agricultura y ganadería. Ahora, con el turismo comunitario las familias podemos trabajar en la atención del turismo. Todos los negocios, bajo control de la comunidad, son emprendimientos de familias del lugar”.
Milton Quispe, guía de uno de los 12 buses de turismo que llegó a las aguas turquesas de Milp’u, indica: “En este momento, Milp’u es el principal destino turístico del Departamento de Ayacucho. Del total de los visitantes, el 90% son turistas nacionales. Conseguir este nivel de concurrencia al principio costó. Había comunidades vecinas que no dejaban pasar los buses. Personas que se apropiaron de los terrenos. Pero, con la capacitación y coordinación se ha logrado”, indica. Según Quispe, aunque las visitas sólo son en tiempos de ausencia de lluvia, ingresan al lugar promedio de entre 700 a 1000 personas por día. El costo del ingreso es de $10.00.
Lo cierto es, visitar Aguas Turquesas de Milp’u es vivir una transcendental experiencia estética y cultural sin igual. Sobre todo si el visitante interactua en el idioma quechua con los y las comuneros del lugar.
Es todo un retiro ético eco espiritual, arrullados por el murmullo colorido de las aguas, el silbido del viento andino, y la presencia majestuosa de los Apus que desde los picachos de rocas nos llaman a la contemplación y a la acción en defensa de la Madre Tierra.
Fuente: ollantayitzamna.com
