Los policías reprimieron a los manifestantes e incluso usaron gas pimienta para dispersar a la multitud.
Miles de ecuatorianos salieron nuevamente a las calles este jueves en varias provincias del país para expresar su descontento contra las políticas del gobierno de Daniel Noboa y ante la crisis energética que vive la nación, que ha causado contantes apagones y un gran impacto económico.
La convocatoria fue hecha por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que aglutina a otras organizaciones, y con el paso de los días se sumaron otros sectores, como el de educadores y los estudiantes.
“Contra los apagones, contra los despidos, contra los actos de corrupción, frente a la incapacidad, a la indolencia de este gobierno”, fueron las razones que dio José Villavicencio, presidente de turno del FUT, para movilizarse.
Las movilizaciones tienen lugar en al menos 12 provincias del país: Azuay, Cotopaxi, Loja, Pichincha, Manabí, Los Ríos, Napo, Guayas, Imbabura, El Oro, Santa Elena y Santo Domingo, reseñó El Comercio.
En Quito, capital del país y de la provincia de Pichincha, los manifestantes se concentraron frente a la sede del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y en los alrededores de la Plaza Indoamérica, cerca de la Universidad Central, desde donde comenzaron a marchar.
Su intención era movilizarse hasta la Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico; no obstante, las autoridades les impidieron el paso hacia esa parte de la ciudad capitalina.
Esto generó momentos de tensión entre los manifestantes y los miembros de las fuerzas del orden. Los descontentos intentaron quitar las vallas para avanzar y recibieron gas lacrimógeno de parte de los policías.
Poco después, medios locales informaron que al menos diez personas, entre ellas dos menores y dos miembros de una organización de derechos humanos, resultaron detenidas por la Policía Nacional de Ecuador en el marco de las protestas.
Fuerte operativo
El Gobierno desplegó un gran contingente de alrededor de 2.760 policías y militares, según reseña Primicias, para el control de la manifestación solo en Quito.
Los policías reprimieron a los manifestantes e incluso usaron gas pimienta para dispersar a la multitud, recoge Expreso. La situación se volvió más violenta cuando algunos manifestantes empezaron a arrojar piedras y palos y a incendiar neumáticos en un intento de resistir a la Policía.
“Vamos a bloquear a la altura del Banco Central, en línea horizontal, tanto al oriente como al occidente, estará el contingente de Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, detalló el jefe policial entonces.
Un día antes, la ministra del Interior, Mónica Palencia, brindó declaraciones al país, recordando la existencia del estado de excepción vigente, que fue decretado a principios de octubre por Noboa, y advirtiendo que este limitaba de manera temporal los derechos de libertad de asociación y el derecho a la inviolabilidad de domicilio. No obstante, este jueves, se conoció que la Corte Constitucional declaró inconstitucional buena parte de esa medida.
El abogado y politólogo Jacobo Quintero-Touma considera que la actual crisis en los distintos sectores de Ecuador pone de manifiesto la inexperiencia de la administración de Daniel Noboa. Según el político, el país necesita un nuevo Gobierno para superar sus adversidades.
Fuente: actualidad.rt.com