Crisis climática amenaza la existencia de los glaciares lo que tendrá una secuela de repercusiones en el mundo.
El deshielo de los glaciares tiene consecuencias graves en el ciclo hídrico, el aumento del nivel del mar, las amenazas en las zonas costeras y el aumento de riesgo de inundaciones.
Estos cambios perturban la existencia de comunidades indígenas que viven en zonas de alta montaña para quienes los glaciares tienen un valor cultural, tal como el Qoyllurit’i, en Perú, una manifestación inscrita desde 2011 en la UNESCO.
Para concientizar a la ciudadanía respecto a la importancia de los glaciares las Naciones Unidas declaró el 2025 como el Año Internacional de la Conservación de Glaciares.
Para las organizaciones aliadas como UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial esta es una oportunidad para analizar las consecuencias de este fenómeno y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque, menos del 40% de los profesores se consideran capaces de explicar a sus alumnos la repercusión del cambio climático, y el 70% de los jóvenes dice no dominar dicha materia.
Glaciares como en la cordillera venezolana de Mérida ahora lucen un suelo pedregoso, desde 2023, el país perdió su último glaciar, La Corona.
Algo similar sucede en los Alpes al Everest, pasando por el Kilimanjaro, los glaciares retroceden. En los dos últimos años, este proceso se ha acelerado con inaudita rapidez.
Lo que está en juego hoy en día en las montañas, verdaderas guardianas del cambio climático, tiene consecuencias en la calidad de vida de los valles, los litorales y las ciudades.
Fuente: servindi.org