Por: Ollantay Itzamná
Lo que subestiman los antidemocráticos contra Venezuela es el factor pueblo que ahora se encuentra en situación diferente: antes, el chavismo no era autosuficiente (no producía su comida, dependía del petróleo) y estaba sólo. Ahora, los países bloqueados crecen económicamente, están articulados entre sí, y producen su propia comida y pertrechos para defenderse en conjunto.
Actores antidemocráticos y criminales como los gobiernos de los EEUU y de la UE (Unión Europea), y algunos de sus cómplices regionales como: Dina Boluarte (usurpadora sanguinaria del Perú), Bernardo Arévalo de Guatemala (cuya victoria electoral sigue en proceso de investigación judicial) o el iracundo Javier Milei de Argentina…, se niegan a reconocer los resultados electorales del pasado domingo en Venezuela que dio victoria absoluta a Nicolás Maduro como el próximo presidente.
No es la primera vez que Maduro y el chavismo ganan las elecciones en Venezuela. Tampoco es la primera vez que el imperialismo decadente presiona, vigila y castiga al digno pueblo venezolano por votar libremente. Son 31 procesos electorales, en 25 años de chavismo, que Venezuela celebró, y de esos, sólo 2 fueron reconocidos por los EEUU/UE porque ganaron los opositores, los otros 29 en los que ganó el chavismo, no.
Para castigar la reiterada rebeldía y soberanía popular venezolana en las urnas, le aplicaron y le aplican bloqueos económicos, comerciales y financieros. Pero, Venezuela comenzó a producir su propia comida y a hacer alianzas con los otros países bloqueados y castigados como Rusia y China. Así, pudo surfear airosamente sobre la prepotencia imperial sediento del petróleo de Venezuela.
El contexto violento post electoral que ocurre en las calles de Venezuela es parte de la ecuación política geoestratégica diseñada previamente por los opositores dirigidos por los agentes imperiales. Antes, la violencia presedía a las urnas para evitar el voto. Ahora, pacíficos llamaron al voto en las urnas, pero la gente votó en contra del imperialismo, y volvió a ganar el chavismo. Entonces, recurren al discurso de «fraude» y comienza a ensangrentar al pueblo como castigo.
Lo que subestiman los antidemocráticos contra Venezuela es el factor pueblo que ahora se encuentra en situación diferente: antes, el chavismo no era autosuficiente (no producía su comida, dependía del petróleo) y estaba sólo. Ahora, los países bloqueados crecen económicamente, están articulados entre sí, y producen su propia comida y pertrechos para defenderse en conjunto.
Lo que están haciendo los » bravucones» imperiales y sus cafichos, al repetir la misma acción criminal contra Venezuela, es acelerar la consolidación del nuevo orden mundial geopolítico multipolar sin los decadentes. Y, a Venezuela le viene bien. Venezuela, como Rusia, China, creció y se cultivó gracias a los bloqueos y castigos.